Bryant superó la barrera de los 30 puntos por sexto encuentro consecutivo, mientras que Pau Gasol añadió 21 tantos y cuatro rebotes. La brillantez de Lamar Odom, con 19 puntos y 19 rebotes, resultó fundamental igualmente.
Por los Suns destacaron Amare Stoudemire (23 puntos) y Steve Nash (13 puntos y 13 asistencias).
El Staples Center presentaba una floja entrada al comienzo del partido, con decenas de asientos vacíos, posiblemente por el inusual horario (se jugó a las 18.00 hora local, en vez de las 19.30).
Los Lakers, al igual que el público, tardaron en entrar en calor. Encajaron un parcial de 0-7 de inicio y tanto Nash como Stoudemire campaban a sus anchas gracias al eléctrico juego ofensivo de los Suns. Pero la entrada de Odom revolucionó el duelo y gracias a él los angelinos se pusieron por delante por primera vez (24-23).
Entonces se sumó a la fiesta Bryant, hasta entonces quejoso de la rodilla, para anotar 11 tantos e impulsar a los californianos poco antes del final del primer cuarto (33-23).
Alvin Gentry pidió un mayor esfuerzo defensivo a los suyos. Goran Dragic entró en sustitución de Nash y tanto Leandro Barbosa como Louis Amundson dieron a Phoenix el plus de energía que reclamaba, aunque los secundarios angelinos no empañaron la labor de los titulares y la ventaja se mantuvo gran parte del segundo periodo.
A pesar de que el retorno de Nash a pista y el poderío interior de Stoudemire volvió a acercar a los de Arizona (52-47), los pupilos de Phil Jackson parecían controlar la situación a su antojo.
Con 62-55 al descanso, Bryant salió a pista con el instinto matador a flor de piel. Entre eso y que Ron Artest se mostró mucho más acertado desde el perímetro que de costumbre, los Lakers superaron de nuevo los diez puntos de ventaja (82-70).
Stoudemire no se cansaba de anotar suspensiones ni Nash de añadir puntos en las penetraciones, y aunque Phoenix obtenía buenos minutos de Robin López y Jason Richardson, no encontraba las claves para frenar las distintas opciones de los locales en ataque.
Y de repente Bryant puso al pabellón en pie con dos jugadas de póster (anotó a canasta pasada tras un pase de lujo de Gasol y después machacó el balón en contraataque) y puso tierra de por medio (89-72) a falta de 3:14 para alcanzar el último cuarto. El 24 de los Lakers encestó 21 puntos en ese periodo.
Richardson respondió con dos triples y se llegó a los últimos 12 minutos con 93-79 en el marcador, pero el escenario apenas cambió y se mantuvo el «show» de Bryant. Anotó un triple desde más de ocho metros y una suspensión a la media vuelta para alcanzar los 40 puntos, dejar a los Lakers en la veintena de renta (107-87) e irse al banquillo a descansar.
De ahí al final no existió duelo. Sólo un monólogo californiano, aderezado por el cántico «We want Boston» ("queremos a Boston").
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