Blanco señala que se ha enterado «por la prensa» de que ha sido sancionado debido a un positivo en un control el pasado 18 de julio en Avilés con motivo del Campeonato de España, y muestra de manera contundente, con mayúsculas, su «disconformidad total» con la sanción.
«Por lo que anuncio la interposición de recursos ante las instituciones deportivas competentes y posteriormente ante la jurisdicción ordinaria», apunta.
«Mi procedimiento sancionador está plagado de irregularidades, tanto en el procedimiento, tal y como ha corroborado el informe aportado por el prestigioso bioquímico internacional Doctor Douwe De Boer, que se inician en el preciso instante en el que se rellena el formulario del análisis que no respeta la estricta confidencialidad que debe de regir el proceso, siguen con la toma de muestras, continúan con el almacenaje y transporte de las mismas, como en el fondo con un resultado totalmente erróneo», asegura.
Blanco muestra su «profunda tristeza ante esta situación, destacando que los dos únicos atletas a los que la RFEA sancionó por presunto consumo de EPO, hace ya seis años, Amaia Piedra y Ricardo Fernández, consiguieron demostrar su inocencia y anular las sanciones por presunto consumo de EPO tras un largo proceso, que yo me propongo afrontar, y que finalizo con las sentencias absolutorias del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y Cataluña respectivamente, por lo que y hasta que el último de los Tribunales dictamine sobre mi culpabilidad o inocencia, pido sea respetada la presunción de inocencia».
«Asimismo, informo de que no tengo relación alguna con la 'operación Galgo'», concluye Jose Luis Blanco.
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