Tras una brillante puesta en escena en el Passeig Marítim de Palma, el escenario del Trofeo Cala Millor reclamó la mejor versión de Tyler Farrar, que entonó con éxito su particular bis en la Challenge. El especialista del equipo Garmin-Cervélo culminó el gran trabajo de los suyos y se apuntó su segundo triunfo consecutivo en tierras mallorquinas en una jornada en la que una fuga de 120 kilómetros amenazó la llegada masiva.
Los equipos, pese a su disconformidad, dejaron los pinganillos en los coches y aparcaron la polémica del estreno de la Challenge, que contó con los jueces en carretera recuperando la oficialidad de la mano de la Unión Ciclista Internacional (UCI). No obstante, la tranquilidad en el plano reivindicativo no duró en la parcela deportiva. Apenas culminó el tránsito neutralizado entre Cala Millor y Son Servera cuando se produjeron los primeros saltos en el pelotón, que ayer volvió a disfrutar de una climatología espectacular. De las 197 unidades que integraron el gran grupo se destacaron treinta. Luis Pasamontes (Movistar Team), Steven Cozza (NetApp) y Adrián Sáez (Orbea) consiguieron saltarse la disciplina del grupo de cabeza aprovechando las rampas del Coll des Pinagar.
Fuga
El trío emprendió su particular aventura con el buen entendimiento como bandera. Los tres corredores se repartieron las clasificaciones complementarias a medida que conseguían poner tierra de por medio con un pelotón que daba por buena la escapada y fijaba los plazos para la caza.
La renta de Pasamontes, Cozza y Sáez alcanzó en ciertas fases los ocho minutos. A pesar del buen entendimiento entre el trío protagonista de la fuga, Pasamontes se marchó en solitario dando forma a la filosofía del Movistar, que ha hecho patente su intención de erigirse en una formación de referencia en todas las pruebas en las que concurre.
En el horizonte las amplias carreteras y las largas rectas se convirtieron en un panorama desolador para el ciclista de Cangas de Narcea, que trató de exprimir el depósito de reserva mientras por detrás los equipos de los especialistas ya habían activado una velocidad de crucero implacable.
HTC-Highroad y Garmin-Cervélo asumieron el mando de las operaciones y, tras dar caza a Sáez y Cozza en el kilómetro 150, engulleron a Pasamontes a 15 kilómetros para la línea de meta. De ahí hasta el final solo Philippe Gilbert, del Omega Pharma, puso en peligro la llegada masiva.
Los lanzadores del Garmin-Cervélo sortearon los virajes previos a la llegada y dejaron a Tyler Farrar en un mano a mano con John Degenkolb y Leigh Howard, del HTC-Highroad, que fueron segundo y tercero respectivamente. El estadounidense, que ya acreditó sus excelentes prestaciones en el Trofeo Palma, volvió a ser el más rápido en la línea de meta y se embolsó su segunda victoria en la Challenge.
En los instantes previos a la llegada de la carrera a la línea de llegada de Cala Millor estuvieron marcados por la tensión que generó la presencia de un perro suelto. La rápida actuación de los presentes impidió cualquier contratiempo y posibilitó que la Challenge disfrutara de otra gran jornada de ciclismo. Farrar entonó su particular bis y sucedió a Óscar Freire en el palmarés del Trofeo Cala Millor.
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