Rudy Fernández entra a canasta ante la oposición de un jugador lituano. | VALDA KALNINA

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LITUANIA (25 25 15 23): Kalnietis (2), Kaukenas (16), Jasitis (4), Songaila (13), Javtokas (8), -cinco inicial-, Lavrinovic (4), Lukauskis (2), Jasikevicius (9), Petravicius (8), Valanciunas (11), Pocius (6) y Jankunas (5).

ESPAÑA (19 14 25 18): Calderón (2), Juan Carlos Navarro (9), Rudy Fernández (10), Pau Gasol (18), Marc Gasol (17) -cinco inicial-, Ricky Rubio (8), Sergio Llull (6), Serge Ibaka (4), Felipe Reyes (2), San Emeterio (0), Carlos Suárez (0) y Víctor Claver (0).

Àrbitros: R. Brazauskas, V. Dovidavicius y G. Vitkauskas.

La selección española cayó derrotada (88-76) frente a Lituania, en su cuarto partido de preparación del Eurobasket y que supone la primera derrota de los de Sergio Scariolo en esta gira, en un encuentro en el que España se mostró desacertada en ataque y débil en defensa.

Este encuentro ha servido para inaugurar el recinto donde se va a disputar la final de dicho Eurobasket, el Kaunas Arena. Aunque se trataba de un partido amistoso, el cariz que desde el inicio tomó el partido, fue el propio de un encuentro oficial.

El seleccionador español, Sergio Scariolo, era consciente del duro partido que le esperaba, por lo que salió con el que podría ser el quinteto titular en el Eurobasket. Calderón a los mandos, Navarro y Rudy como alas, y los Gasol en la pintura. El 'salto a dos' inicial fue un reflejo de lo que sería el resto del primer cuarto. Pau palmeó el balón y lo mandó fuera. Balón para Lituania, falta de España, y los dos primeros puntos.

A partir de ahí, los locales se dispararían en el marcador hasta que con un 11-6 en contra al que el combinado español no está acostumbrado, Sergio Scariolo solicitó el primer tiempo muerto. Los primeros 10 minutos finalizarían con un 25-19. La defensa española no supo detener el dinámico ataque de los lituanos, que en cuanto se hacían con la posesión del balón, salían disparados en busca del aro español.

En el segundo parcial, ambos equipos tardaron más de un minuto en anotar. Entonces, Ibaka agarró un balón y prácticamente pisando la línea de 3, lanzaba y anotaba. Era el 27-21. Parecía que esta acción supondría un punto de inflexión en el ataque español, pues aunque los lituanos seguían encestando fácilmente, los españoles lograban anotar en dos ocasiones seguidas.

Pero ese no era el guión de este partido. De nuevo España comenzó a errar, logrando unos porcentajes de tiro ciertamente flojos. Los fallos del combinado de Scariolo propiciaban los veloces contraataques de los lituanos. Cuando la defensa de España lograba rearmarse a tiempo, los locales anotaban con una facilidad inusitada desde la línea de 6,75.

Atasco

El problema de España no solo radicó en sus porcentajes. Se notó una falta total de fluidez en la dirección de juego. Calderón, disfrutó de pocos minutos. El jugador que más minutos actuó como base en esta primera mitad, fue Sergio Llull, al que se le notaba desorientado como canalizador de juego.

Los lituanos llegarían al descanso con unos guarismos que, extrapolados, les llevaría a los 100 puntos al final de los 40 minutos reglamentarios. El marcador reflejaba un contundente 50-33.

Tras los primeros cinco minutos del tercer cuarto, se notó una cierta mejora en España, que recortaba distancias, como podía verse e el luminoso 65-58 antes de encarar los últimos diez minutos.

En el último cuarto, España se acercó en el marcador a Lituania, pero le costaba romper la barrera de los cinco puntos de diferencia. Pese a ello, el combinado español recuperó una de las cualidades que ha definido su juego desde hace mucho tiempo, la rapidez en ataque, donde un renovado Sergio Llull pisaba el acelerador.

Finalmente, lo mejor fue la imagen mostrada por los de Sergio Scariolo en el último cuarto. Mientras que, tanto el resultado final, 88-76, como la debilidad defensiva, quedan en el 'debe' de la selección española.