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Para Melanie Costa, el año 2011 marcará un punto de inflexión en su carrera. Y el que se avecina puede ser mejor todavía. La nadadora del Club Natación La Salle Palma ha sido una de las estrellas del equipo nacional en los Europeos de piscina corta de Szczecin (Polonia) y sus tres medallas han ayudado a España a firmar su mejor concurso en este evento (doce preseas). La mayor gesta que recuerda en una competición internacional la natación pura en Balears ha llegado en forma de dos bronces (800 y 400 libre) y una plata (200 libre, con récord de España, 1:54.31). Y de manera inesperada. «No he preparado esta competición, porque en lo que me he centrado es en la temporada de piscina larga», explicaba ayer Melanie, que se quedó a 23 centésimas del oro en 200, especialidad en la que puso el broche de plata a un concurso perfecto y se sacó la espina tras ser tercera en 400, la prueba en la que tenía más ilusiones depositadas.

«El balance es positivo, las medallas me dan confianza, pero la meta es Londres», asegura contundente la nadadora mallorquina, que buscará la mínima en 200 y 400 para los que serán sus segundos Juegos. Todo en un año excepcional para la pupila de Rafa Huete. «No le puedo pedir más, los resultados me han acompañado y ahora tengo que concentrar mis esfuerzos en el objetivo que preparo desde hace tiempo», en referencia a Londres 2012.

Finalista en el Mundial de Shanghai (octava en 400 libre), ganadora de cuatro metales en la Universiada de Shenzhen (China), destacada en los nacionales y triple medallista en el Europeo de 25 metros, Costa sabe que va «por el buen camino. Este año he visto que puedo estar con las mejores del mundo, y ahora en el Campeonato de Europa me he encontrado a gusto», aseguraba la balear.

Sin apenas tiempo para digerir los éxitos de Polonia, los nacionales de invierno de piscina corta le servirán para cerrar un 2011 inolvidable. «Haremos un último esfuerzo y será un buen examen, pero será en piscina larga donde deba concentrar mi trabajo. Estamos a poco tiempo de los Juegos y he de entrenarme a conciencia», explicaba ya en Madrid.

Pese a todo, «la moral, confianza y rodaje que he adquirido me ayudan a pensar en positivo de cara a la preparación olímpica. Es un desafío que me ilusiona tras nadar en Pekín (2008), más después de lo bien que me ví en el pasado Mundial de Shanghai. Si el año que viene es mejor, será buena señal», advirtió Melanie, que ha confirmado las expectativas generadas en su momento en forma de medallas.