«Me ha llevado muchos años llegar hasta aquí», dijo la rusa, que recibió la Copa Suzanne Lenglem de manos de la extenista estadounidense nacida en Yugoslava Monica Seles y se dirigió al público de la pista Philippe Chatrier en inglés, francés ruso e incluso en español.
«Gracias para todo», deslizó Sharapova en español cuando le dedicó parte del triunfo a su preparador físico, el español Juan Reque, que «cuida su cuerpo».
La rusa, que derrotó a Errani por 6-3 y 6-2 en una hora y 29 minutos aseguró que «ha sido una victoria memorable».
La campeona, que el próximo lunes pasará a ser la primera del ránking de la WTA, también tuvo palabras de halago para su rival.
«El partido que me diste hoy fue extremadamente difícil. Es nuestro primer partido pero espero que nos encontremos muchas más veces», le dijo a Errani.
La italiana, al recoger su trofeo de finalista, también felicitó a su rival, que «jugó un gran torneo» y dedicó su subcampeonato a los suyos.
«Este premio es vuestro porque me habéis hecho ser la persona que soy», dijo.
A partir del lunes, Errani escalará hasta el número 10 del ránking de la WTA.
«No me siento una top-ten, pero lo seré. Es increíble, no me lo creo y estoy muy contenta. Espero que mi vida no cambie. Quiero la misma vida», bromeó.
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