Las deportistas Marga Crespí, Melanie Costa y Brigit Yagüe muestran las medallas logradas en los Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos durante el año 2012. Fotos: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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El año 2012 ha supuesto una revolución dentro del deporte femenino español. Pero también del balear. Los Juegos Olímpicos de Londres han acabado por reventar una histórica marca y las chicas han dado un golpe sobre la mesa, reivindicando su lugar dentro del potente medallero isleño. Hasta el pasado mes de agosto, la ciclista Marga Fullana era la única medallista olímpica del Archipiélago (bronce en BTT, Sydney 2000). Pero los Juegos de la XXXª Olímpiada sirvieron para confirmar la progresión de una generación de jóvenes talentos y la consagración de grandes figuras. Dos de ellas regresaron con un metal al cuello, pero sus medallas no han sido las únicas que han servido para reclamar el protagonismo femenino dentro del laureado espectro del deporte mallorquín y balear, en el que nombres como los de Rafael Nadal, Jorge Lorenzo o Rudy Fernández capitalizan atenciones que, durante este verano, se invirtieron para dar a conocer a grandes campeonas que, dentro de sus modalidades, pasean y llevan con asiduidad el nombre de Balears a lo más alto.

Las medallas olímpicas de Marga Crespí y Brigit Yagüe, y como colofón a 2012, el título mundial y un bronce en natación de Melanie Costa han abierto una nueva dimensión en la que las chicas gozan de un protagonismo al que no están acostumbradas y que es acorde a las horas de esfuerzo que acumulan.

Con Brigit Yagüe, Marga Crespí y Melanie Costa como puntas de lanza de la 'armada' femenina. No en vano, los logros de las dos primeras en Londres, donde Melanie se quedó a las puertas de las finales, han disparado su popularidad y han servido para que el taekwondo y la natación sincronizada entren en nuestros hogares y sean más familiares. Igual que sus rostros.

Yagüe, plata en -49 kilos, saldó una cuenta pendiente y culminó un currículum excepcional. «Es el único momento en el que podemos demostrar que también existimos, que luchamos igual que otros deportes que tienen más repercusión», explica la taekwondista, triple campeona mundial y desde que lograra la plata en Londres «más conocida, te paran por la calle y eso te hace feliz, porque la gente se quedó con la emoción del combate y todo lo que yo sentí».

Reconocimiento

Esa repercusión también ha llegado a Marga Crespí. La nadadora del Mediterránea se hizo con el bronce olímpico por equipos, además de ser campeona continental meses atrás. «'¡Tú eres de sincro, te conozco por el pelo corto!', me dicen», afirma la palmesana, que espera «que los Juegos nos ayuden a ser más conocidas y a que nuestro deporte tenga más licencias y más practicantes, y que no caiga en el olvido los próximos cuatro años».

En la senda hacia el Mundial de Barcelona, Crespí coincidirá con la auténtica sensación de la recta final de 2012. Melanie Costa se quedó a las puertas de las finales en Londres, pero el Mundial de piscina corta le ha permitido sacarse esa espina y ganar una buena dosis de moral para preparar la cita del próximo verano y el ciclo olímpico. Oro en 400 libre, el primero en la historia de la natación balear, y bronce en el 200, la deportista de La Salle Palma recuerda el momento más esperado. «Cuando miré la pantalla y ví que no era tercera... y era primera... imagínate».

Brigit y Marga ya sabían lo que era colgarse un oro mundialista, «un recuerdo especial, me costó creerlo porque estaba con un gran equipo. Fue muy emocionante», recuerda Crespí, mientras Yagüe, que estrenó su palmarés con el Mundial júnior de 1998 lo define como «el sueño de todo deportista». Ahora, el sueño de las tres es llegar a Río 2016 y, si es posible, pillar chapa .