Las jugadoras de la selección española de waterpolo femenino posan con la medalla de oro que les acredita como campeonas del mundo, tras la victoria obtenida ayer en la final de Barcelona 2013 ante el combinado australiano. | Agencias

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De la mejor manera y en casa, la selección española femenina de waterpolo se ha convertido en campeona del mundo tras derrotar en la final a Australia (8-6), cerrando el círculo virtuoso que abrió hace un año cuando se convirtió en subcampeona olímpica.

Es la historia de un éxito compartido que se repite cada verano desde hace dos años. En 2011 fue el Mundial júnior de Trieste (Italia), donde empezó todo con un oro en el que nadie creía. El año pasado en Londres, donde llegaron al segundo peldaño del escalón. Ayer tocaron el cielo.

Maica García fue la encargada de abrir el marcador. En la segunda exclusión, España volvió a anotar (0-2) y a pesar del 1-2 marcado por Arancini, las ‘guerreras' se sintieron superiores.

El 3-5 dibujó lo que ocurría en la piscina. La española tiró desde seis metros a la desesperada, a Kelsey Wakefield, una de las mejores porteras del Mundial, se le doblaron las manos y a las ‘aussies' se les encogió el alma. Laura López puso más cerca el título en el primer minuto del penúltimo acto (3-6). Se multiplicaba la defensa, Laura Ester era sólida en su portería, y las oceánicas cada vez tenían menos fe en la remontada. En el último cuarto, Maica García puso el 4-7, Jennifer Pareja el 5-8, mientras Laura Ester seguía parando y agigantaba a su equipo que por entonces ya sobrevolaba las Picornell.

El cuarteto español 4x200 libre batió el récord nacional, pero quedó eliminado en las series de los Mundiales de Barcelona 2013. Víctor Martín, el mallorquín Marc Sánchez, Albert Puig y Gerard Rodríguez, firmaron 7:17.59.