Igual que la temporada pasada, cuando el Barça cayó por 2-1 en el Celtic Pack, el equipo catalán se ha desplazado a Glasgow con una defensa muy limitada de efectivos, lo que ha llevado al técnico, Gerardo Tata Martino, a llamar a dos jugadores del filial.
En el enfrentamiento del año pasado, el equipo azulgrana llegó a Escocia mermado de efectivos, con Adriado lesionado por problemas en el abductor, Puyol con el hombro dislocado, la enfermedad de Abidal y con la buena noticia de haber recuperado a un Piqué lesionado durante casi cincuenta días. Piqué estuvo en el banquillo, mientras que la pareja de centrales fue Mascherano-Bartra.
Agujero en defensa
En esta ocasión, el agujero en el eje defensivo también es notable por las bajas de Puyol y Mascherano, aunque el equipo catalán tiene bien cubierta esta zona con Piqué y un Bastra que el año pasado salió de titular en el Celtic Park, y viene de jugador dos encuentros de Liga con muy buen resultado.
Pero donde el Barça puede cojear bastante es en ataque, donde su máximo referente, Lionel Messi, no estará por la lesión muscular que padeció en el campo del Almería, y que le mantendrá de baja entre dos y tres semanas.
Esta ausencia obligará a buscar soluciones en ataque en las que Neymar deberá ponerse los galones para liderar a un equipo que el año pasado perdió y sufrió en exceso por la contundencia y acierto del equipo escocés. En esta ocasión, Busquets podrá jugar, no como el año pasado que estuvo sancionado, y la duda estará en si el técnico apostará por poner más músculo con Alex Song, o poblar el centro del campo con peloteros, como Iniesta, Xavi y Cesc.
El Celtic de Neil Lennon, acostumbrado a crecerse en las grandes citas europeas, esta dispuesto a repetir la victoria en el Celtic Park de la pasada temporada, cuando un gol del argentino Leo Messi en el descuento no fue suficiente para que los azulgrana evitaran la derrota en Glasgow (2-1).
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