Los ciclistas consiguieron ganar una vuelta en el primer tercio de la carrera, y antes de la mitad de la prueba la segunda. Por unos instantes, los belgas Jasper de Buyst y Danny de Ketele amenazaron a los baleares, pero con la tercera vuelta ganada y con un ‘cinco' en el quinto sprint terminaban de decidir la carrera a su favor. Desde ese momento, les valió con controlar, con la lucha por las otras dos plazas del podio como única batalla para el resto de las selecciones. España se adjudicaba el triunfo con 9 puntos, por delante de Bélgica, con 6 (a una vuelta) y Rusia, con 13 (a dos).
«Tenemos que estar contentos porque nos ha salido la carrera perfecta, tal y como hemos planeado, ya que el objetivo era coger vuelta tras el tercer sprint y nos hemos ido muy fácil, sin que nadie reaccionara. Y en seguida ha llegado la segunda. Desde ese momento nuestra carrera ha sido controlar a los belgas, que han sido los más peligrosos», explicaba Torres.
Respecto a la prueba, «lo que más nos preocupaba era la altitud, que podía pasarnos factura al venir directamente de Europa, pero hemos respondido bien. Además, veníamos en un buen momento de forma». El menorquín destaca que «ganar la plata el año pasado nos abrió las puertas de los Seis Días, que nos han dado un buen estado de forma, pero sobre todo hemos mejorado mucho la técnica, que era nuestra principal carencia. Correr en un velódromo tan pequeño como el de Gante nos dio mucha soltura».
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