Vascos y catalanes se repartieron los puntos en el primer duelo de la segunda vuelta que no sirve a ninguno de los dos para escapar del furgón de cola de la tabla.
El Girona se encargó de dar vida al Alavés regalándole un tanto en una acción de mala fortuna de Migue que introdujo el balón en su portería, antes del descanso. Sin embargo la enésima concesión defensiva local permitió que Matamala igualara el duelo en un saque de esquina al arranque del segundo tiempo.
Sobre el césped quedaron patentes las carencias de Alavés y Girona que les convierten en los equipos que menos triunfos han logrado en la competición.
Tuvo más tiempo el balón en sus botas el cuadro local en el primer cuarto de hora pero sin ser capaz de construir una jugada peligrosa.
Le cogió el relevo el Girona para comenzar a amasar el balón pero con la misma inoperancia en los albiazules. Jandro intentó sorprender con un lanzamiento de falta desde la frontal del área que salió muy alto.
Ante la evidente impotencia de vitorianos y gerundenses el gol solo podía llegar en una acción de rebote o fruto de un error.
Dos minutos antes del intermedio un inocente cen0tro de Medina tropezó en Migue que, en su intento de despeje, dirigió el esférico a su meta haciendo imposible la estirada de Becerra.
En la reanudación buscó el gol con más mordiente el Girona con Jofre en el centro del campo. Cedió metros el Alavés en busca de amarrar unos puntos vitales en la carrera por la salvación.
De nuevo tuvo que ser una acción a balón parado la que generara peligro. En el minuto 52, Jandro botó un saque de esquina y el balón se paseó por el área pequeña para caer en los pies de Matamala que, libre de marca, fusiló a Crespo para devolver la igualdad al duelo.
Le sentó mejor el empate al cuadro catalán que estuvo más suelto sobre el césped. Al Alavés comenzaron a atenazarle los nervios y la ansiedad al no ser capaz de doblegar a un rival directo a pesar de encontrarse con un gol.
Ante la falta de fútbol y la impotencia del Alavés sobre el césped, la afición local terminó expresando su frustración contra el técnico Juan Carlos Mandiá en los tres cambios y su director deportivo, Javier Zubillaga.
El Girona se dio por satisfecho con el punto y se limitó a dejar pasar los minutos para no poner en peligro su botín. Pudo alterar Manu García el resultado con un remate de cabeza que repelió el larguero.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.