Vincenzo Nibali, en el podio. | Efe

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El italiano Vincenzo Nibali llegará a París como sexto hombre que gana las tres grandes con un cuarto puesto en la contrarreloj disputada entre Bergerac y Périgueux, de 54 kilómetros, en la que se impuso el alemán Tony Martin y los franceses Peraud y Pinot desalojaron del podio a Alejandro Valverde.

A un paso de la capital francesa, a un simple trámite, la historia se abre ante Nibali, quien salvó la cronometrada sin riesgos y podrá suceder en el palmarés a su compatriota e ídolo Marco Pantani, último italiano de amarillo en el Tour en 1998.

El reloj dio y quitó razones y puso a cada uno en su sitio. En el duelo entre los franceses Peraud se impuso a Pinot y por este orden escoltarán a Nibali en los Campos Eliseos. Otro dato histórico. Hace 30 años que no se ven dos franceses en los puestos de honor, desde 1984 con Fignon e Hinault.

La cruz la cargó Alejandro Valverde, quien no ha sabido aprovechar su última oportunidad para cumplir un objetivo que exige su palmarés. Muy lejos de sus rivales desde el primer momento ofreció su peor versión. Un batacazo para el murciano, que se tiene que conformar con la cuarta plaza, la siempre desagradable medalla de chocolate.

De poco le sirvió la experiencia al campeón de España contrarreloj, lejos del «Balaverde» que hace un mes brilló en Ponferrada. La crono exigía fuerzas y no las tuvo. Ha llegado vacío a la hora de la verdad y aquellos síntomas de debilidad en la montaña se reflejaron en el esfuerzo individual.

Valverde pierde su última oportunidad de subirse a un podio del Tour. A los 34 años ya no tendrá más opciones, ya que el próximo líder del Movistar en Tour será Nairo Quintana, segundo el año pasado y ganador del Giro.

«No sé si se acaba un ciclo, pero si vuelvo al Tour ya no sé cual será el objetivo. Quedan mas cosas, el Tour no lo es todo. El cuarto puesto no está mal, pero vine por el podio», se consolaba.

Fue una etapa de números. Un campeón ajeno a la pelea, dos puestos del podio, tres corredores y 54 kilómetros. Era una el día del alemán Tony Martin (Omega), quien se impuso con autoridad con un tiempo de 1.06.21 horas, a una media de 48,7 kms/hora. Superó por 1.39 al holandés Tom Dumoulin (Shimano) y en 1.47 al checo Jan Barta (NetApp).

Nibali dio la talla dentro de los riesgos que debía asumir un líder con sobrada ventaja y el Tour en el bolsillo. Fue cuarto a 1.58. Por su parte, el ingeniero Peraud superó al mejor joven del Tour, Thibaut Pinot, desde el principio, y logró el objetivo de ser segundo a sus 37 años.

Tony Martin marcó el territorio de campeón contrarreloj desde la rampa de Bergerac, como si quisiera realizar un entrenamiento de calidad para el Mundial de Ponferrada. «El Tanque» marcó el mejor tiempo en todos los pasos intermedios.

Un discurso concreto, de autoridad, subiendo y bajando cada una de las cuatro colinas del recorrido. Superioridad total del ciclista de Cottbus, que esperó en meta como primer clasificado provisional. Espera larga, pero gratificante, porque nadie fue capaz de tutear al alemán.

El triple campeón mundial contrarreloj, de 29 años, logró su cuarta etapa en el Tour de Francia, la segunda de la presente edición, ya que se impuso en Mulhouse, en una jornada en línea.

Este domingo, fiesta final con etapa de homenaje al campeón, de 137 kilómetros entre Evry y París.