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El gran estado de forma del serbio Novak Djokovic le llevó a anular las expectativas del checo Tomas Berdych para lograr por segunda vez el torneo de Montecarlo al vencerle en la final por 7-5, 4-6 y 6-3.

Ganador del Abierto de Australia, y de Indian Wells y Miami con anterioridad, logrando por tercera vez el doblete americano en pista dura, Djokovic se convirtió en el primer jugador en la historia en hacerse con tres títulos Masters 1000 consecutivos con esta victoria en el Montecarlo Country Club, en dos horas y 42 minutos, y en la que la lluvia paró el juego durante 72 minutos.

«Ha sido una gran batalla, has tenido una gran reacción tras la lluvia y tu te has merecido también este trofeo», dijo Djokovic en inglés, que luego en francés agradeció como pudo a su equipo el trabajo realizado, aunque volvió de nuevo al ingles para añadir, «se que no habéis entendido nada».

El verdugo del español Rafael Nadal lleva ya 17 partidos ganados consecutivos en Montecarlo, aunque este domingo salió algo parado y lento y afrontó un 0-2, pero la confianza acumulada en lo que va de temporada donde ha ganado ya 30 encuentros y ha encajado solo dos derrotas (contra el croata Ivo Karlovic en los cuartos de Doha y el suizo Roger Federer en la final de Dubai) pesa en su mente y en la de sus rivales.

Todo esto fue suficiente para superar a Berdych por sexta vez consecutiva, y elevar su balance de victorias a 19-2 ante el checo.

Cuando el supervisor del torneo decretó la suspensión del partido por la lluvia tras una hora y 27 minutos, Berdych se mostró contrariado. «¿Por qué, por qué?», se preguntó entonces el checo que perdía por 7-5 y 3-2, pero tenía sensaciones positivas.

De vuelta del vestuario, Tomas, que solo ha ganado un torneo de este nivel en su carrera (París-Bercy en 2005), rompió a continuación para llevarse este parcial poco después. Su puño se elevó mientras que el jugador serbio encajó esta pérdida con evidente disgusto.

Pero en el tercero, la responsabilidad de ganar al número uno del mundo pesó demasiado en el brazo de Berdych, que demasiado presionado acumuló al final 50 errores no forzados, y aunque salvó una bola de partido, no ajustó en la siguiente, y en un golpeo largo envió la bola justo fuera de los límites de la línea de fondo.

Djokovic eleva con esta victoria a 23 los títulos Masters 1000 de su carrera, igualando con el suizo Roger Federer, y a cuatro del español Rafael Nadal, líder aún. A la espera de los próximos torneos sobre tierra, los Masters 1000 de Madrid y Roma que restan en su calendario hasta Roland Garros, el serbio mantiene el nivel que ha dibujado para poder alcanzar su gran objetivo este año: París.