Real Madrid (20+35+21+20): Llull (12), Carroll (7), Rudy Fernández (12), Ayón (18) y Reyes (- ) -cinco inicial-, Rivers (17), Nocioni(12), Maciulis (2), Rodríguez (13), Slaughter (2) y Bourousis (1).
Fenerbahce Ulker Estambul (21+14+24+28): Goudelock (26) Bogdanovic (12), Zoric (6), Vesely (20) y Sipahi (-) -quinteto inicial-, Zisis (2), Bjelica (11), Erden (-), Savas (2), Preldzic (2) y Mahmutoglu (6).
Árbitros: Christodoulou (GRE), PUKL (SLO) y Lottermoser (ALE). Eliminaron por faltas a Marcus Slaughter, Felipe Reyes y Nemanja Bjelica.
Incidencias: Segunda semifinal de la Euroliga disputada en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid (Barclays Card) ante unos 13.000 espectadores.
El Real Madrid desactivó este vierne con un gran baloncesto al Fenerbahce turco (96-87) y disputará el domingo su tercera final consecutiva de la Euroliga ante el Olympiacos griego, verdugo del CSKA, en busca de su novena corona continental.
Al equipo blanco le bastó con un segundo cuarto para enmarcar, en el que endosó a los turcos un parcial de 35-14, para dejar resuelto un choque que estuvo muy igualado en un primeros diez minutos que terminaron con ligera ventaja para el equipo de Zeljko Obradovic.
En ese periodo inicial, el Real Madrid logró sacudirse los nervios del estreno que le tuvieron dos minutos sin anotar. Aprovechando la segunda personal de un activo Luka Zoric, logró ponerse por delante por primera vez gracias a un triple de Rudy Fernández (9-8, min 5).
La intensidad en ambas zonas del equipo turco, en el que brilló con ocho puntos y acciones de gran belleza el checo Jan Vesely, obligó al actual subcampeón continental a redoblar esfuerzos, aunque una canasta sobre la bocina de Emir Preldzic dio la delantera a los de Estambul al final del primer cuarto (20-21).
Pero en el segundo acto el decorado cambió de forma radical. Todo le salió a la perfección al equipo de Pablo Laso, comandado por un gran Gustavo Ayón que se fue al descanso con 16 puntos, cinco rebotes y 27 de valoración y un KC Rivers que anotó los cuatro triples que intentó en los segundos diez minutos.
También contribuyó de forma decisiva a desarbolar al rival el siempre batallador Andrés Nocioni, que cumplió a la perfección su labor de borrar de la pista a Nemanja Bjelica, recién nombrado mejor jugador de la temporada en Europa y que solo anotó cinco puntos en los doce minutos que disputó en la primera parte.
Tras la exhibición blanca, que le permitió llegar al descanso con veinte de ventaja (55-35), el tercer cuarto empezó con la misma tónica. El Real Madrid seguía sumando de tres en tres, apretando en defensa y buscando la velocidad y las diferencias se fueron a los 26 puntos (64-27, min. 21).
Entonces llegó un bajón en la producción madridista y la ventaja se redujo hasta los catorce, lo que obligó a Pablo Laso a parar el partido. La reacción final de los suyos dejó sacado medio billete para la final a la conclusión del tercer periodo (76-59).
Quedaba por jugar un ultimo cuarto con casi todo decidido siempre que los madridistas mantuviesen el control del juego y evitasen las provocaciones turcas, lo que lograron finalmente, llevándose el choque por un cómodo 96-87.
El Real Madrid vuelve a estar a un paso su novena corona continental, aunque para ello deberá superar el domingo en la final al batallador Olympiacos de Vassilis Spanoulis, verdugo del CSKA. La revancha de la final de Londres 2013 está servida.
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