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El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, ha asegurado que «no se descarta sancionar a los clubes» por la pitada al himno nacional en la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Athletic, castigos que podrían pasar por sanciones económicas, encuentros a puerta cerrada o cierres parciales de sus estadios.

Tras la reunión extraordinaria de la Comisión contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, en la que se tomaron seis acuerdos respecto a los incidentes ocurridos en la final de Copa, a Cardenal se le preguntó por la posiblidad de sancionar a los clubes directamente por los silbidos.

«Serían sanciones en todo caso administrativas, como sanciones económicas, encuentros a puerta cerrada, cierres parciales y otros tipos de sanciones establecidas por la ley. Si se demuestra negligencia, no se descarta una actuación de esa naturaleza», avisó el presidente del CSD.

Cardenal recordó que «la UEFA establece que pitar los himnos de las entidades que participan en un encuentro es algo que debe sancionarse siempre» y que esa posible sanción se produciría «con independencia de la diligencia que haya utilizado las entidades deportivas para trata de que eso no suceda».

«La Comisión, además, ha tenido conocimiento de la organización predeterminada de los hechos que estamos hablando. También consta la introducción de objetos prohibidos y peligrosos, la exhibición y no retirada de pancartas también prohibidas y deficiencias en los controles de acceso y separación de las aficiones. Todas son infracciones de la ley que lucha contra la intolerancia en el deporte», subrayó.

Cardenal explicó que pretender resolver el caso «en un plazo de tiempo lo más breve posible», tanto «en el ámbito gubernativo y en el de la disciplina deportiva».

Por último, respecto a la pitada lamentó que «no tiene sentido que se fomente e incite sentimientos tan encontrados en personas que hombro con hombro están asistiendo a tal espectáculo». «Que no sea instrumentalizado por esos afanes, legítimos, pero que tienen otros espacios ajenos al deporte», pidió.