Con la eliminatoria sentenciada el sábado tras la victoria en dobles, la capitana española, Conchita Martínez, optó por dar descanso a Rafael Nadal y colocar en su lugar a Roberto Bautista, que derrotó con solvencia al número uno danés, Frederik Løchte Nielsen.
Bautista (22 del mundo) no tuvo problemas para superar a Nielsen (283 ATP) por 6-3 y 6-4 en una actuación sólida y decidiendo las dos mangas con una rotura de saque al principio de cada una.
Más clara aún fue la victoria de Ferrer (8) frente a Mikael Torpegaard (909) por 6-1 y 6-3 en un partido sin apenas fallos del tenista valenciano, que se mostró muy superior al joven danés.
La eliminatoria, disputada bajo techo sobre la superficie dura del pabellón de Deportes de Odense, respondió a lo esperado, considerando la diferencia en el ránking entre el equipo español y el danés, cuyos jugadores habían calificado en los días previos de «surrealista» enfrentarse a tenistas como Nadal y Ferrer.
El número uno español, que volvía tras dos años de ausencia a la Davis, sumó el primer punto el viernes frente a Torpegaard en tres mangas (6-4, 6-3, 6-2), y luego Ferrer, que no jugaba con España desde 2012, liquidó por la vía rápida a Nielsen (6-1, 7-5, 6-2).
El único set ganado por Dinamarca en la eliminatoria llegó el sábado, cuando Nielsen -que había conquistado Wimbledon en 2012 formando pareja con el británico Jonathan Marray- y Thomas Kromann, un jugador no profesional, se impusieron en la segunda manga.
La pareja danesa forzó el desempate en el tercer set, pero dos dobles faltas seguidas de Nielsen permitieron a Nadal y a Fernando Verdasco ponerse con dos a uno y sentenciar en el cuarto set, en su segunda participación en Davis tras el triunfo contra Italia en 2006.
Nadal y Verdasco evitaron así que Dinamarca pudiera albergar alguna opción de repetir la remontada que Rusia protagonizó dos meses antes frente a España en Vladivostok en el debut de Conchita Martínez, cuando fue capaz de darle la vuelta a un 0-2.
Además de permitir luchar por el regreso al Grupo Mundial el año que viene, el triunfo en la eliminatoria supone el primero en suelo danés en esta competición, después de las derrotas en Copenhague en 1964, en la segunda ronda del grupo europeo; y en Aarhus en 1988, en la primera ronda de la máxima categoría.
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