Un momento del encuentro entre el Barcelona y el Palma.

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Barcelona Lassa 70-73 Palma Air Europa

Barcelona Lassa (15+20+15+20): Lakovic (6), Peno (4), García (28), Mbaye (9), Dedovic (5), -cinco inicial- Vila (6), Figueras (0), Martínez (0). Barton (11), Moix (1) y Mazaira (0). 17 de 37 en tiros de dos puntos, 5 de 21 en triples y 10 de 15 en tiros libres. 27 rebotes (19 defensivos y 8 ofensivos) y 15 faltas.

Palma Air Europa (17+22+15+19): Miquel Feliu (4), Jorge Romero (2), Óscar Alvarado (0), Ryan Nicholas (6), Richi Guillén (16), -cinco inicial- Edu Durán (12), Javi Lucas (11), Tautvydas Sabonis (2), Mikel Úriz (12) y Adrián Méndez (8).
23 de 44 en tiros de dos puntos, 6 de 26 en triples y 9 de 14 en tiros libres. 42 rebotes (27 defensivos y 15 ofensivos) y 20 faltas.

Árbitros: Pagán Baró y Palomo Cañas. Eliminaron a Romero.

El Palma Air Europa sabe sufrir. Lo demostró ante el filial del Barcelona el conjunto de Ángel Cepeda, que sacó adelante un partido especialmente comprimido que le permite cerrar la primera vuelta del torneo con una sonrisa y, de paso, romper una racha de tres derrotas consecutivas y alejar a un rival directo. Ante un nefasto porcentaje de acierto en el tiro exterior (es el primer partido en el que se impone bajando del 40% en triples) y la zona 2-3 que detuvo su ritmo y un excelso Marc García (28 puntos), el conjunto mallorquín dio un paso al frente y sumó una agradable victoria. La última del año 2015 (70-73).

El Palma encaró el partido con varias novedades tácticas. Ángel Cepeda alteró la rotación habitual de sus bases y movió las fichas sobre la pista pensando en que Richi Guillén se dosificara, teniendo en cuenta lo apretado del calendario. El primer resultado fue un primer cuarto muy apretado que los baleares cerraban mandando (15-17).

Un riguroso arbitraje permitía al Barcelona mostrar su dureza defensiva y castigaba con faltas al cuadro isleño que, por otra parte, cuajaba un buen segundo cuarto en ataque. Guillén era la primera opción en ese sentido y de él partían muchas de las acciones que acababan en tiros del equipo. Mientras tanto, en las filas del Barça destacaba por encima del resto el joven Marc García, un jugador total, con mucha proyección y licencia para tirar. Sostenía a su equipo y amenazaba continuamente con hacer mucho daño en el caso de entonarse.

A medida que el cronómetro avanzaba el pulso se mantenía y en el caso del Palma, la pelota circulaba más que nunca, especialmente con Uriz sobre la pista y al mando de las operaciones del Air Europa.

El mayor problema al que se enfrentaba el Palma era su falta de puntería y sus dificultades para anotar. Sin embargo, un triple mayúsculo de Uriz con un asfixiante 67-66 ayudaba a los visitantes a marcar terreno. Luego vendría un gran mate de Javi Lucas para cerrar el partido al palmear un intento de triple de Durán. El Palma lograba así una elaborada y sufrida victoria que le mantiene en la parte alta justo al atravesar el ecuador de la competición.