F.C. Barcelona Lassa: Paco Sedano, Dyego, Saad, Wilde, Tolrà (cinco inicial). Alcardo, Gabriel, Lin, Lozano, Batería y Ferrano.
Movistar Inter: Jesús Herrero, Ricardinho, Darlan, Ortiz, Pola (cinco inicial). Lolo, Daniel, Rivillos, Borja y Cardinal.
Goles: 1-0, min.6: Ferrao; 1-1, min.17: Ricardinho; 1-2, min.28: Cardinal; 1-3, min.37: Ortiz.
Árbitros: Alonso Montesinos y Urdanoz Apezteguia. Mostraron tarjeta amarilla a Ferrao, Batería, Sergio Lozano, Wilde y Saad del Barcelona, y a Ortiz del Movistar Inter.
El Movistar Inter se ha proclamado campeón de la Liga de Fútbol Sala al vencer al Barcelona en el cuarto partido de la final en el Palau (1-3), un encuentro que arrancó con una igualdad máxima al descanso (1-1), aunque se decantó por el cuadro visitante, dominador de la competición al sumar su tercer título seguido.
Ferrao consiguió el gol más rápido de todas las finales en el minuto 6. El Barcelona disfrutó de un inicio cómodo, bien plantado en defensa. Paco Sedano apenas tenía problema para despejar los disparos de Ricardinho o Darlan. El Movistar Inter tenía problemas para encontrar ocasiones claras en los primeros compases del duelo.
La efectividad de los porteros volvió ser clave. Sedano brillaba en la metal azulgrana y Jesús Herrero frustraba los latigazos del anfitrión. Una doble parada a Batería y Dyego dejó clara su importancia en el partido. Con seguridad bajo palos, el cuadro visitante empezó a crecer. El tanto estaba cerca.
Los intentos del Movistar Inter crecían y el empate llegó a falta de tres minutos para el descanso. Sergio Lozano se vio obligado a cortar con falta el mejor acercamiento del rival, lo que desembocó en una falta sin barrera a escasos centímetros de la frontal. Ricardinho no perdonó e igualó el encuentro (1-1).
Había mucha tensión, como se pudo comprobar en el túnel de vestuarios, con varios jugadores encarándose. En la reanudación, ambos conjuntos quisieron cambiar el guión rápido: Daniel envió un disparo al larguero y Ferrao falló un uno contra uno. El cuarto partido de la final estaba más igualado que nunca.
Con la Liga en juego, ningún equipo quería abrir espacios más de lo necesario. De todos modos, un disparo envenenado de Cardinal adelantó al Movistar Inter y cambió desde entonces el signo del choque. Su disparo, en el minuto 28, rebotó en un defensor y Paco Sedano no pudo firmar ninguna intervención estelar.
El cronómetro trasladaba todas las urgencias ahora al banquillo del Barcelona. Los azulgrana sufrían, y más cuando a falta de seis minutos Ricardinho falló un doble penalti. Esta vez sí, el meta del Barcelona estuvo acertado y evitó la sentencia a falta de seis minutos para el final.
Sin embargo, el varapalo definitivo llegaría en el minuto 37. Ortiz estuvo atento a un error del Barça, sin portero, y dibujó una parábola desde su campo que acabó con las esperanzas de la afición del Palau. La euforia se desató en el banquillo del Movistar Inter, que suma su undécima liga.
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