El delantero colombiano del Villarreal, Rafael Borré, es bloqueado por los del Mónaco, Benjamin Mendy y Kamil Glik. | Kai F

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Villarreal 1-2 Mónaco

Villarreal: Asenjo, Mario, Musacchio, N'Diaye, José Ángel; Bruno, Trigueros, Soriano, Castillejo; Pato, Santos Borré (Mario González, min.75).

Mónaco: Subasic, Raggi, Glik, Jemerson, Mendy; Bakayoko, Fabinho, Lemar; Bernardo Silva (Moutinho, min.80), Dirar, Germain (Carrillo, min. 69).

Goles: 0-1, m.3: Fabinho de penalti; 1-1, m.36: Pato; 1-2, m.72: Bernardo Silva.

Árbitro: Felix Brych (Alemania) Tarjetas amarillas para los locales N?Diaye, para los visitantes Lemar, Fabinho, Moutinho, y dos rojas seguidas a Mendy que fue expulsado a los 86 minutos.

Incidencias: Partido de ida de la previa de Liga de Campeones, disputado en el Madrigal con 21.000 espectadores.

Un Villarreal voluntarioso no pudo superar al Mónaco, que vio cómo con muy poco se llevaba una victoria que deja al conjunto castellonense muy tocado y lejos de la Liga de Campeones.

El partido estuvo marcado por un penalti que un desacertado N'Diaye regaló y que ya puso las cosas muy complicadas. A pesar de empatar gracias a un voluntarioso Pato, otro error en defensa propiciaba ese segundo gol para el Mónaco. El Villarreal lo intentó, pero le faltó físico y tranquilidad.

Así empezaba el partido tras una semana extraña y con muchos condicionantes negativos. Lesiones, salida del técnico Marcelino García Toral, sustituido por Fran Escribá, y muchos nervios, para afrontar un partido como esta previa.

Se esperaba ver cómo acusaba el equipo esta circunstancia y cómo llegaba al partido, tras tantas dudas. Y si faltaba alguna cosa, el penalti de N'Diaye, a los dos minutos, reabría la polémica y que dejaba helado al Madrigal y tocados a los jugadores.

Tras el gol de Fabinho, los de Escribá empezaron a reaccionar, pero tras diez minutos malos y sin ideas. Gracias a Pato, Soriano y las llegadas de José Ángel, el equipo encontraba algo a lo que agarrarse.

Era el brasileño el más activo, y el que por dos veces estuvo cerca del gol. Pero una vez Subasic y otras un disparo desviado, lo impidieron. Pero tras estas jugadas y con el Mónaco más exigido, parecía posible que llegara la igualada. Y llegó a los treinta y seis minutos, cuando Pato cazó de cabeza un balón que el colombiano Santos Borré habilitaba, también con la testa.

El empate dio tranquilidad y puso el partido otra vez en un guión más justo, visto lo visto en la primera parte.

La segunda parte comenzó con un Villarreal más entonado y más activo, lo que le empezó a dar más confianza a la grada y a los futbolistas amarillos. Diez minutos que se saldaron con dos llegadas con peligro y algún centro con opciones. Pero el ritmo no era alto, el calor, el cansancio y las precauciones por no recibir gol, hacían un partido de ritmo bajo.

Solo Pato parecía tener un punto más de chispa, como demostraba a los dieciséis minutos con un buen disparo que se fue fuera por poco.

Seguía el Villarreal apretando para que llegara la jugada polémica del partido, ya que a falta de veinticinco minutos se pedía penalti por manos de Bakayoko dentro del área. Pero esta vez Felix Brych decidió no señalarlo, lo que aceleró el partido y la grada.

Pero tras ese dominio, en la única jugada de peligro del Mónaco en la segunda parte, una contra bien llevada por Bernardo Silva, el portugués logró el segundo gol del Mónaco.

Un tanto que supuso un golpe duro para los locales, que veían que tras tanto esfuerzo, un mínimo error les penalizaba. Un error que una vez más tenía a un desacertado N'Diaye como protagonista, al no acertar en su marcaje a Bernardo Silva.

Los últimos minutos fueron de un Villarreal buscando un gol que lo metiera en el partido y en la eliminatoria, con un hombre más desde la expulsión (m.86) de Mendy tras ver dos amarillas consecutivas. Una opción que tuvieron Mario y Pato, pero sus remates no estuvieron acertados.