Toshack ante los micrófonos de Ultima Hora Radio. | M. À. Cañellas

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John Benjamin Toshack (Cardiff, Gales, 1949) ha pasado por casi una docena de clubes, dos selecciones (Gales y Macedonia) y una decena de países tan diversos como Portugal, España, Azerbaiyán, Italia, Francia, Turquía o Marruecos. En el Wydad de Casablanca puso el punto y seguido a su trayectoria como entrenador, que abrió hace más de tres décadas. Toshack, que reside en Son Servera, estuvo con Última Hora Radio para analizar la actualidad desde el Hotel Palas Atenea.

Sobre su periplo en el Wydad de Casablanca y su situación actual explicó que «estuve dos años en Marruecos. Fue una etapa muy interesante. Ganamos el título en el primero y quedamos subcampeones el segundo, llegando a las semifinales de la Champions de África. Fue una gran experiencia. Estos dos años fueron intensos y ahora estoy disfrutando unos días en mi casa de Son Servera».

Recordó momentos de su paso por el Real Madrid: «estuve en el Madrid en el 89 y en el 99. En la primera etapa, el equipo había ganado las cuatro Ligas anteriores, con la famosa Quinta del Buitre, y pensé ‘cómo no gane esta ya sabes quién será el culpable'. En aquellos tiempos el Mallorca, con Serra Ferrer, era un equipo guerrero con Hassan, Orejuela, Nadal, Zaki... Recuerdo que empatábamos 1-1 en el Bernabéu, expulsaron a Hugo Sánchez y yo retiré a Butragueño para meter a Tendillo porque vi en el marcador electrónico que el Barcelona perdía. Fue un cambio para amarrar el resultado. El gerente Fernández Trigo me dice ‘¿galés, galés, qué has hecho, qué le digo yo a Ramón Mendoza?'. Dile que tenemos ahora un punto más que el Barcelona y no le digas nada de lo que ha pasado...».

A la pregunta de si todo hubiera sido más fácil si en su época hubiera contado con Cristiano Ronaldo manifestó: «O más difícil. Hoy en día veo tantas cosas en el fútbol que no acabo de entender. Entre los jugadores, el dinero, etcétera. Es más negocio. Actualmente hay jugadores con 20 o 21 años que ya tienen el dinero para el resto de su vida. Digan lo que digan no pueden tener la misma ilusión».