El encuentro, presidido por el responsable de la FBG, Bernardino Jaume, que valoró de forma positiva la cita, dio a conocer la intención de la territorial de aumentar los espacios reservados al público a las zonas susceptibles de ser peligrosas (lagos). Además, también expresó el propósito de facilitar de forma progresiva el acceso a los entrenadores y a los padres, mientras que los primeros meses mantendrá acotada la presencia de público con fines pedagógicos.
La normativa de la Federación Española obliga a los acompañantes a mantenerse a una distancia de 50 metros de los jugadores y a no realizar indicaciones bajo riesgo de descalificación. La FBG, por su parte, ha optado por limitar la presencia de acompañantes a zonas acotadas en los campos para dar prioridad a que los chicos jueguen de forma autónoma y sin presión. Permitirá a los técnicos seguir a los jugadores a 50 metros a partir del segundo trimestre, mientras que los padres podrán hacerlo en los últimos tres torneos de la temporada.
Para aplicar este proyecto la territorial se ha comprometido a realizar una intensa fase de formación realizando cursos en las diferentes escuelas para que los más jóvenes interioricen la multitud de reglas que rigen en este deporte y para que posteriormente puedan desarrollar los conocimientos de forma independiente.
Más allá de las quejas de los padres y técnicos ante la imposibilidad de seguir las evoluciones de la competición y calibrar la progresión de los chicos, otro de los aspectos que estaba sobre la mesa eran las medidas de seguridad y el ratio de adultos por menores en un espacio como un campo de golf. Para paliar esta situación y aumentar los espacios para acompañantes se acotarán zonas para público junto a los lagos.
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El Royal Club Son Banya y el Club de Golf Son Gotleu, quedan, de momento, sin aplicación de la normativa, por exceso de licencias federativas.