París SG: Trapp; Meunier, Kimpembe, Marquinhos, Kurzawa; Matuidi, Verratti (Nkunku, m.70), Rabiot; Di María (Lucas, m.61), Cavani, Draxler (Pastore, m.86)
Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Alba; André Gomes (Rafinha, m.58), Busquets, Iniesta (Rakitic, m.72); Messi, Suárez, Neymar
Goles: 1-0, m.18: Di María; 2-0, m.40: Draxler; 3-0, m.55: Di María; 4-0, m.71: Cavani
Árbitro: Szymon Marciniak (POL), amonestó al local Rabiot y a los visitantes André Gomes, Busquets y Rafinha.
Incidencias: Encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 60.000 espectadores.
Los signos que indicaban que el Barcelona no andaba fino irrumpieron hoy en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el París Saint-Germain, que desarboló a los azulgranas (4-0) y les condenó a una remontada épica en el Camp Nou para poder jugar sus décimos cuartos de final consecutivos.
Sin ritmo, sin personalidad, sin recursos, sin la aparición de sus estrellas, el equipo español fue intrascendente ante un pletórico PSG, muy superior en cada línea, sustentado en un enorme Matuidi en el centro del campo y con un Ángel di María que se marchó con un doblete completado por un tanto del alemán Julien Draxler y otro del uruguayo Edinson Cavani.
Por vez primera no le marcó un tanto al PSG, que se había convertido en su rival favorito en Europa en las últimas temporadas.
Es la tercera vez que al Barça le endosan una goleada de esta talla en la Liga de Campeones. Lo probó ya en la final del 94 contra el Milan y en las semifinales de 2013 frente al Bayern de Múnich.
Al fin pudo sonreír Unai Emery en un duelo contra el Barça. En 23 partidos anteriores solo le había ganado una vez, con el Sevilla. En el 24 le propinó una sonora goleada que infla su crédito en París y le convierte en favorito para jugar, por quinto año consecutivo, los cuartos de final.
Fue un triunfo sin contemplaciones, con una enorme superioridad de los locales, que anestesiaron al tridente, durmieron a Messi y convirtieron al Barcelona en un equipo menor.
Volvieron al once de Luis Enrique Andrés Iniesta y Sergio Busquets, pero mostraron que todavía no están al nivel que exige un duelo de estas características.
Y eso que los prolegómenos del duelo no les eran favorables a los jugadores del equipo francés, con la baja de última hora de su capitán Thiago Silva, que dejaba su defensa en manos de cuatro veinteañeros a merced del tridente más envidado del fútbol mundial.
Pero ni ocasión de fallar tuvieron los jóvenes defensores del PSG, Meunier, Kimpembe, Marquinhos y Kurzawa, que apenas intervinieron. Al igual que el meta Trapp.
En el duelo táctico, Emery apostó por centrar sus cañonazos en la banda derecha del Barça. Por ahí desgastó a los de Luis Enrique, que había optado por cubrir a Sergi Roberto con André Gomes en lugar de apostar por Ivan Rakitic.
Fueron golpes al hígado, de los que debilitan y dañan, de los que generan dudas, hacen temblar, descosen al equipo, un tridente inexistente, perdido donde no había balón, a merced del ataque francés, de Meunier, de Draxler, de Matuidi.
Solo Ter Stegen mantuvo al Barcelona en pie, pero a merced de los ganchos, de que llegaran esos golpes que te derriban a la lona. Y esos no llegaron por la derecha, aunque era por ahí, por la zona que defendía Sergi Roberto, mal asistido por André Gomes, por donde sangraban los azulgranas.
Agazapados en las cuerdas, los de Luis Enrique estaban a merced de los golpes del rival. El primero llegó de falta, una clara que le hizo Umtiti a Draxler en el borde del área y que Di María aprovechó a los 18 minutos con un Suárez que agachó la cabeza en la barrera cuando no debía.
Era el primer gol de falta que lograba el 'Fideo' en la máxima competición europea y el segundo consecutivo que le anotaba al Barcelona, a quien también marcó con la camiseta del Real Madrid en la final de la Copa del Rey de 2014, la última vez que se había medido a los azulgranas.
El dominio del equipo parisiense tenía su premio y el Barça se tambaleaba. Tiró de orgullo el equipo catalán, más de garra que de calidad para equilibrar el juego, para pisar el área de su rival y sacar sus primeros golpes. Suaves, mansos, casi amistosos en el día de los enamorados.
Solo André Gomes dispuso de una clara oportunidad de igualar, pero el portugués no supo aprovechar un genial pase de Messi que le dejó frente a frente con Trapp, al que disparó al cuerpo.
Fue un espejismo, un intento fatuo de armar el brazo ofensivo azulgrana que dejó descuidada la defensa, a disposición de los balazos locales.
Cuando faltaban 5 minutos para el descanso, Messi perdió un balón frente a Rabiot en la zona peligrosa y el parisiense, como una exhalación, acertó a servir a un Verratti, que vio solo a Draxler en la banda derecha. El alemán, que debutaba con el PSG en la Liga de Campeones, no tuvo piedad de su compatriota Ter Stegen.
No cambió el guión en la reanudación. O, si lo hizo, fue para empeorar aun más la versión del Barça.
En el minuto 55 volvió a golpear Di María, que se ensañó con los jugadores del Barcelona, sus rivales históricos de antaño, de cuando trotaba en el Real Madrid. El argentino recibió el balón a 20 metros de la portería, amagó el pase y se inventó una rosca que encontró una escuadra de Ter Stegen.
Ya nada parecía que podía ser peor para el Barça, pero faltaba el gol de Cavani, que no se pierde una cita con el tanto y no iba a hacerlo en una noche mágica en la que, además, festejaba sus 30 años.
El uruguayo marcó a su estilo, con potencia y velocidad, más astuto y ágil que Piqué, y se marchó corriendo a celebrarlo donde estaba su mujer. Era el día de los enamorados y la felicidad absoluta para los franceses, contraste con el corazón partido con el que se marcharon los azulgranas.
Umtiti pudo reducir las distancias en el minuto 84, pero su cabezazo se estrelló en un poste. Y poco más hizo el Barça para maquillar el desastre.
29 comentarios
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Porqué tanta rabia al Rela Madrid, es un equipo como los demás.
No se porque la gente se alegra tanto por la dolorosa derrota del Barsa, hay que apoyar siempre a los equipos españoles, cuando juegan fuera de España, es incomprensible. ,
Mira Menorquín, entiendo que seas culé y te duela ver como tu equipo cae cuando no recibe ayudas arbitrales. Si fueses seguidor del Sporting Mahonés hoy no tendrías que sentir vergüenza ni despotricar de otros equipos. Y si al Mallorca le llegó su San San Martín en 2013 y desde entonces está pagando lo que otros cerdos han hecho mal.
"pater nostrum", por tu comentario del tono, "a todo cerdo le llega su san martín", también incluirás al Mallorca no? le ha llegado su San Martín, esta penosa época, o aún está por llegar?
Está visto y comprobado que, cuando arbitra un árbitro que no les hace favores, el contrario juega con ONCE y es medianamente bueno, al Barsa le salen todas las carencias y es un equipo del montón, siempre ha sido así. Si a esto se le agrega que a Messi no le ha gustado la oferta del club para su renovación....
No soy del Barça ni del Madrid. Soy del Mallorca y creo que ya iba siendo hora que el Barça pagara por todas las arbitrales recibidas.Y ahora ¡¡¡Tiembla Madrid !!! que todo se pega.
Que gane el Madrid.....que si no nos espera una buena de los culés....entre los colegas llevo desde principio de temporada diciendo que el barsa no tiene plantilla como la del Madrid....
Como se nota que este periódico es culé. Una noticia que es portada en los periódicos, vosotros no la podíais esconder más. Tanta vergüenza os dió. Cuando gana bien que los ponéis. Si sois más culés que malloquinistas. Vergonzoso
en el deporte se puede perder, claro que se puede perder, y lo de ayer fue una humillación y tanto que lo fué, un 2-1 no lo es, incluso un 4-0 no es humillación, pero ayer lo fué, los jugadores del barça parecían querer irse del campo, como lloronas.las cosas por su nombre.
Tranquilos Cules que ahora el Paris Sant Germain larga a Emery y ficha a Abelardo Fernández pone a todos los juveniles tal como hizo en Gijon y el Barsa ganara 6-0. Ja , ja