Según ha recogido el Ejecutivo en un comunicado, Armengol ha destacado el mérito añadido de la dedicación a una disciplina y a unos deportistas «que, a veces, no tienen el reconocimiento social que merecen, por un deporte que transmite valores que son útiles y necesarios».
Además, la presidenta se ha comprometido, en nombre del Govern, a trabajar para mantener estos valores en el deporte en general y considerarlo «no sólo espectáculo o entretenimiento, sino, sobre todo, como un eje clave en la educación de las personas, en la formación para la convivencia, en el refuerzo de la autoestima, de la empatía y del autocontrol».
El galardonado, por su parte, ha dado la gracias por este premio y por la iniciativa de entregar este reconocimiento a personas que han dedicado toda su vida a la práctica y la difusión de un deporte.
Roses, con casi 50 años dedicados al judo, ha sido presidente y vicepresidente de la Federación Balear de Judo y Deportes Asociados. También ha formado parte de la Real Federación Española de Judo y la Federación Internacional de Judo, entre otras instituciones.
Asimismo, fue director del Colegio de Árbitros y participó como técnico en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992; arbitró los de Atlanta 1996 y participó como secretario técnico en los de Atenas 2004 y Pekín 2008.
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