Xisco Campos, Marc Pedraza, Raíllo y Cedric felicitan a Lago Junior por su gol ante el Toledo. | Redacción Deportes

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Cinco partidos, cinco victorias, once goles a favor y dos en contra. De momento, al Mallorca le salen las cuentas. Ha cogido velocidad a dos semanas de descorchar la temporada y afronta las últimas curvas de su preparación con una sonrisa en el rostro y el viento de cara. Especialmente para dos de sus hombres, Lago Junior y Cedric, que han acaparado los nueve últimos goles de un equipo que, de la mano de Vicente Moreno, empieza a definir su personalidad en el campo.

Lago y Cedric representan la cara más agradable del nuevo Mallorca, como mínimo en su versión estival. Rufo abrió la senda hacia la portería contraria contra el Poblense y Reyna echó abajo el muro del Constància. Y desde entonces, todos los dardos que han encontrado la diana tienen aroma africano.

El marfileño despejó las dudas sobre su futuro con una ampliación de contrato (hasta 2021) que le convertía en uno de los faros del grupo. Y a partir de ahí, responde mejor que nunca. Bajo el manto de Moreno, un técnico que sabe explotar lo mejor de su repertorio, su influencia se ha multiplicado. El sábado, sin ir más lejos, inclinó uno de los partidos más complejos de la pretemporada con su tercer tanto.

SOCIEDAD

Lo que está claro es que el mejor socio de Lago cuando se empieza a acabar el campo es Cedric Omoigui, que abría el verano desde un discreto segundo plano. Entre otras cosas, porque partía como el tercer atacante de la plantilla, tras Abdón Prats y Álex López. Cinco partidos después suma seis tantos y ha empezado a complicarle las decisiones al técnico.