La plantilla del Podes i Tales Manacor antes de un entrenamiento en el Pabellón Bernat Costa. | M. À. Cañellas

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Se han convertido en la sensación de la Superliga 2 Masculina y en la temporada de su estreno en la segunda categoría del voleibol español, han situado a Manacor como uno de los puntos de referencia de la competición. Pero ahora, el Podes i Tales quiere más. Tanto, que afronta este fin de semana el mayor desafío en la historia de la entidad de la capital del Llevant de Mallorca, que optará a alzar un título de prestigio en Leganés. El Pabellón Europa será el escenario de una nueva edición de la Copa Príncipe, que reunirá a los cuatro mejores conjuntos al cierre de la primera vuelta de la ligaregular en la Superliga 2.

Y el Podes i Tales Manacor ha hecho méritos de sobra como para permitirse la licencia de soñar. El sábado afrontarán un partido histórico para el club y para la ciudad. Se las verán con el Emevé de Lugo (16:30 horas), líder destacado del Grupo A, a la caza de un lugar en la gran final, que se jugará el domingo (12:30 horas), y en la que los jugadores de Jaume Febrer quieren estar. Allí se las verían, en caso de superar al Emevé, con el vencedor del duelo entre el anfitrión, el cvleganés.com y el Intasa San Sadurniño, que disputarán la segunda de las semifinales de la Copa Príncipe 2018, en la que el Podes i Tales representará al voleibol balear, intentando seguir los pasos del JS Hotels Cide, ganador de la Copa Princesa el pasado año.

Con un equipo que combina juventud, experiencia e ilusión, el Podes i Tales ha logrado ser la referencia del Grupo B de la Superliga 2 Femenina e irrumpir en la categoría con la ilusión de hacer cosas importantes. Ahora, la Copa Príncipe les espera.