El ciclista holandés Tom Dumoulin , del equipo Sunweb, en la primera etapa del Giro de italia, en Jerusalén. | ATEF SAFADI

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El ciclista holandés Tom Dumoulin (Team Sunweb), campeón del pasado Giro de Italia, ha iniciado este viernes la defensa del título con una victoria en el prólogo de la edición 2018, una contrarreloj de 9,7 kilómetros en Jerusalén, por lo que se convertirá en el primero en vestir la 'maglia rosa'.

El neerlandés, que por 23ª vez lidera una 'gran vuelta', empleó un tiempo de 12:02 en completar el recorrido con el que se iniciaba la ronda italiana en la ciudad santa. Así, se impuso por dos segundos al australiano Rohan Dennis (BMC) y al belga Victor Campenaerts (Lotto Soudal), que completaron el podio del estreno.

En una tarde calurosa en Jerusalén, donde se superaron los 35 grados, Dumoulin mostró sus aspiraciones comenzando la 101ª edición del Giro igual que terminó la del centenario: vestido de rosa. Enfundado con el maillot arcoíris que le acredita como el vigente campeón del mundo de contrarreloj, el de Maastricht superó en la línea de meta el tiempo de referencia de Dennis.

Todo ello en una jornada en la que algunos de los favoritos se quedaron lejos de su crono. Así, el británico Chris Froome (Sky) evidenciaba las dolencias por una la caída sufrida en el reconocimiento de la etapa, que le dejó varias magulladoras en el costado derecho y un corte en la rodilla derecha, y terminaba en 21ª posición, a 37 segundos del ganador.

Otro de los aspirantes, el italiano Fabio Aru (UAE Team Emirates), se dejaba 50 segundos en el estreno, mientras que el francés Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) se quedaba a 33 segundos.

El primer español en meta fue el vasco Pello Bilbao (Astana), que concluyó el prólogo a 18 segundos, lo que le permitió ser sexto. Por su parte, los corredores del Movistar Rafael Valls y Víctor de la Parte fueron vigésimo segundo -a 38 segundos- y vigésimo cuarto -40-, respectivamente.

La ronda transalpina continuará este sábado con la disputa de la segunda etapa, que se desarrollará sobre 167 kilómetros casi planos entre las localidades israelíes de Haifa y Tel Aviv.