Imagen del Blaumarina, en plena competición. | Laura G. Guerra

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La Regata Yatess A2, una de las principales pruebas de altura del Real Club Náutico de Palma para tripulaciones reducidas (junto a la Vuelta a Mallorca A3), concluyó este domingo con la victoria de las embarcaciones Petrouchka III, de Jaime Binimelis (ORC 0-2), y Blaumarina, de Miquel Enseñat (ORC 3-4). La travesía estuvo marcada por la poca intensidad del viento y las encalmadas, que afectaron a la flota sobre todo durante la madrugada.

Los veleros de la clase ORC 0-2 realizaron un recorrido de 84 millas náuticas entre Palma, Na Foradada (archipiélago de Cabrera), Na Mitjana (junto a Dragonera) y Palma, con la obligación de tomar los dos islotes citados por estribor. El barco más rápido fue el Petrouchka III (RCN Palma), de Jaime Binimelis, que completó la travesía en 21 horas y 25 minutos, y obtuvo una renta de 26 minutos en compensado sobre el Swahili (CN Arenal), de Joan Miquel Riera, que invirtió 23 horas y 22 minutos. En tercera posición, con un tiempo de 23 horas y 31 minutos, a 49 minutos del líder tras la corrección de tiempos, se situó el Yabadaba Too (RCNP), de Martín Aizcorbe.

La flota de ORC 3-4 hizo un recorrido casi 20 millas más corto. Zarpó de Palma y dobló Na Foradada por estribor, pero no llegó a Na Mitjana y tomó el camino de regreso a la altura de El Toro. El vencedor en esta clase fue el Blaumarina (RCNP), de Miquel Enseñat, que cubrió la travesía de 64 millas en 20 horas y 21 minutos, lo que le supuso una ventaja de 34 minutos sobre el segundo clasificado, el Bulla, de Albert Torres, tras la compensación de tiempos. Con un desventaja de 46 minutos en corregido respecto al líder entró el tercer clasificado, el Admirable (RCN Palma), de Antoni Castell.

La regata zarpó el pasado sábado, 22 de septiembre, a las 12.00 horas, con un viento de sur de apenas 6 nudos que se mantuvo con ligeras oscilaciones hasta la puesta de sol, con la que llegaron las primeras encalmadas. Durante la noche sopló viento muy flojo del SE. Los terrales de la mañana ayudaron a los barcos de la línea de vanguardia. Los más rezagados cruzaron la línea de llegada con el Embat del mediodía.