El Instituto Armado ha informado este jueves del balance de la operación 'Bitures', iniciada el pasado mes de octubre, en la que da por desmantelada una organización delictiva dedicada a sobornar a tenistas profesionales de las categorías ITF Futures y Challenger para posteriormente coordinar la realización masiva y simultánea de apuestas deportivas, según se había pactado con el tenista corrompido.
La operación se inició a raíz de la denuncia que pusieron los responsables de la Tennis Integrity Unit (TIU), organismo anticorrupción de carácter internacional responsable de velar por la integridad en el mundo del tenis. A partir de esta denuncia, los agentes centraron su investigación sobre un tenista español, logrando desenmarañar el complejo entramado que habían tejido. Para conseguir sus objetivos, la organización criminal usurpó miles de identidades de ciudadanos con las que realizaban las apuestas, vinculando las mismas a cuentas de apostantes y monederos electrónicos donde revertían las ganancias obtenidas con el fin de enmascarar su verdadera identidad y no tributar en la Hacienda Española por el dinero obtenido fraudulentamente.
Un grupo de individuos armenios se valían de un tenista profesional que era el nexo entre ellos y el resto de los miembros de la red. Una vez que lograban el soborno, los miembros de nacionalidad armenia se desplazaban a los lugares donde se disputaban los partidos con la finalidad de comprobar y asegurarse de que el tenista cumplía con lo previamente pactado aprovechándose, según la Guardia Civil, «de su imponente corpulencia».
Asimismo, daban la orden de que se efectuasen las apuestas deportivas en diversos puntos de ámbito nacional e internacional. Los agentes han constatado que la organización venía operando al menos desde febrero de 2017, estimando que han podido generar unas ganancias millonarias con la operativa descrita.
Durante la explotación de la operación se realizaron once registros domiciliarios simultáneos en nueve provincias españolas, en los que se intervinieron 167.000 euros en efectivo, un arma corta, prueba documental de las identidades usurpadas, más de 50 dispositivos electrónicos, ordenadores, piezas de joyería y bolsos (invertían las ganancias en objetos de lujo), numerosas tarjetas de crédito de monederos electrónicos donde acumulaban los ingresos y cinco vehículos de alta gama. Se ha procedido al bloqueo e intervención de los saldos de 42 cuentas bancarias de los investigados, varios inmuebles, saldos de numerosas cuentas asociadas a monederos electrónicos donde acumulaban importantes sumas de dinero utilizando ingeniería financiera.
Los ahora detenidos transferían el dinero entre diversas cuentas para finalmente acumularlo en cuentas bajo su control, siempre bajo identidades usurpadas. Se les atribuye responsabilidad penal por los delitos de integración en organización criminal, corrupción entre particulares (ámbito deportivo), estafa, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y usurpación de identidad.
La Guardia Civil ha recordado que las apuestas por Internet son un fenómeno en auge que mueve grandes sumas de dinero, especialmente las relacionadas con el ámbito deportivo, siendo la investigación de las actividades delictivas relacionadas con el juego una prioridad para las Fuerzas de Seguridad. Señala que «cientos de personas» cuya identidad fue usurpada fueron perjudicadas para que la red desmantelada apostara en su nombre sin tributar ante la Hacienda Pública las ganancias generadas.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes al Equipo de Delitos Económicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, contando con la colaboración de miembros de la Oficina Europea de Policía (EUROPOL), así como de la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda.
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