El portavoz de la USTA, Chris Widmaier, dijo que un área en la que se sitúan las canchas cubiertas comenzará a convertirse en una instalación médica a partir mañana, martes.
Las autoridades estatales y locales de Nueva York intentan incrementar su capacidad hospitalaria en 87.000 camas que les permita hacer frente a la pandemia del coronavirus que afecta de forma más agresiva a todo el estado de Nueva York.
Widmaier añadió que las cocinas del Estadio Louis Armstrong, la segunda arena de mayor capacidad del complejo que alberga el Grand Slam programado a realizarse a finales de agosto, serán utilizadas para la elaboración de 25.000 paquetes de alimentos al día destinados a pacientes, trabajadores, voluntarios y niños de la ciudad.
La USTA dijo inicialmente que mantendría el complejo abierto para que las personas pudieran tomar lecciones, practicaran o jugaran al tenis. Pero la organización cambió de parecer poco después y anunció el cierre del complejo al público, dado que no tenía ningún sentido realizar actividades deportivas cuando se ha implementado la cuarentena en toda la ciudad.
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