La golfista balear suma su tercer triunfo consecutivo tras los obtenidos en Pedreña y Golf Santander en 2018 y 2019. | R.D.

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Luna Sobrón ha consumado la perseguida hazaña del tres de tres en el Santander Campeonato de España de Profesionales Femenino, tres triunfos consecutivos que le permiten igualar en el palmarés la espectacular racha de victorias rubricada por Natalia Escuriola entre 2015 y 2017.

La golfista balear ha recogido ese testigo victorioso y, desde 2018 en Pedreña, ha instaurado un dominio férreo que le distingue desde entonces como referencia indispensable del golf femenino profesional español.

Con dos golpes de ventaja en 2018, con una amplia renta de 8 golpes en 2019 en Golf Santander, Luna Sobrón materializó su tercera victoria seguida a base de rigor, profesionalidad, recursos y sufrimientos, el compendio de virtudes necesarias para doblegar unas condiciones meteorológicas muy adversas y, mucho más aún, la correosa resistencia de la amateur Ana Peláez, empeñada en adquirir un papel protagonista a base de excelentes actuaciones a pesar de su juventud.

Separadas a primera hora de la mañana por dos golpes, la última jornada se convirtió desde el primer minuto en un proceso de selección darwiniano en donde sólo las mejores tenían cabida. Unas rachas de viento intensísimas y un frío que se metía en los huesos dificultó hasta extremos insospechados las acciones de todas las jugadoras, incluidas aquellas que peleaban verdaderamente por ocupar las primeras plazas de la clasificación.

Conseguir no ya un birdie, sino simplemente el par, se convirtió en auténtica gesta, incluido el selecto grupo que luchaba por el título contra, nunca mejor dicho, viento y marea. Marta Martín, segunda al inicio del día, plasmó, para su desgracia, lo que padecían todas las participantes en cada golpe, un sufrimiento continuo que en su caso quedó reflejado mediante cuatro bogeys consecutivos de inicio que la excluyeron pronto de la lucha por el título.

La propia Luna Sobrón titubeó de manera palpable en el primer hoyo, un intento vano por llegar a green de forma cómoda que tuvo que arreglar mediante un espectacular putt de veinte metros para conseguir el par y nivelar parcialmente el primer birdie de Ana Peláez.

La última jornada, estaba claro, se convertía de inicio a fin en una sucesión de situaciones extremas, donde cada golpe adquiría más que nunca el calificativo de decisivo. Es cierto que, en determinados momentos, parecía que determinadas alternativas que llegaban por detrás tenían opción de cuajar, pero las buenas propuestas de Elia Folch, Marta Sanz, María Hernández, Harang Lee… no acabaron de concretarse realmente con el paso del tiempo.

De hecho, el torneo se convirtió en su recta final en un mano a mano en exclusiva entre Luna Sobrón y Ana Peláez. La primera, excelente en todo momento, exhibió sin embargo debilidad en el hoyo 9, donde una serie de complicaciones sucesivas devinieron en doble bogey, una oportunidad de oro para Ana Pelaéz que sin embargo la golfista balear se encargó de neutralizar con contundencia ya en el hoyo 10 y, más aún, ya con carácter decisivo, en el hoyo 14, sendos bogeys que reprodujeron los dos golpes de ventaja iniciales entre ambas pero ya con solo cuatro hoyos de por medio.

«Este es, de los tres, el título que más me ha costado. Ana Peláez es una grandísima jugadora y ha sido un honor superarla», reconocía con la sonrisa más amplia que imaginarse pueda quien ha consumado el tres de tres, un triplete que ya queda inscrito por Luna Sobrón en los anales de la historia del golf femenino profesional español.