El palmarés de ambos, campeones y multimedallistas olímpicos, les convertía en los claros favoritos para compartir ese honor y recoger el testigo del mallorquín Rafael Nadal, quien encabezó la delegación española en la inauguración de Río 2016 y ha expresado sus dudas sobre su participación en Tokio.
Pero lo que realmente ha llamado la atención es la presencia de un mallorquín en la lista de aspirantes a abanderado masculino. Con el equipo olímpico pendiente de plazas por clasificar o asignar, la figura de Marcus Cooper Walz ha aparecido en la nómina de candidatos, justo por detrás de su compañero en el K4 500, Saúl Craviotto.
El ser uno de los pocos campeones olímpicos masculinos con plaza nominal garantizada para los Juegos situaba al palista del Náutico de Portopetro en una posición privilegiada, aunque la lógica y el palmarés de Craviotto resultaban insalvables. El mayor número de medallas de oro, o de otros metales olímpicos, y la obligación de estar presente en Tokio el día de la ceremonia de inauguración eran las dos premisas básicas para optar al honor de ser abanderado español en los próximos Juegos.
Eso sí, en caso de lograr medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio, Marcus Cooper Walz podría convertirse en potencial y serio aspirante a ser abanderado en la inauguración de París 2024. Con el oro en K1 1000 metros en Río 2016 y una posible presea en Tokio 2020, pocos deportistas podrían igualar la hoja de servicios del balear, de 26 años, y que está llamado a ser uno de los líderes del equipo español de piragüismo durante el próximo ciclo olímpico.
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