El viento se mostró esquivo en la jornada final de la XXVII Regata Illes Balears Clàssics después de dos días en los que había sido sorprendentemente generoso. Al anticiclón que desde hace una semana se abate sobre Mallorca se sumó hoy una situación de Embat muy débil, consecuencia de las altas temperaturas registradas durante la noche. Con todo, el Comité dio puntual la salida de la tercera y definitiva manga de la competición de clásicos organizada por el Club de Mar Mallorca, que este año ha reunido a 22 embarcaciones cuyos años de botadura oscilan entre 1904 y 1984. Dadas las circunstancias, se optó por el recorrido más corto de los contemplados en las Instrucciones de Regata, una travesía de apenas 12 millas que transcurrió por el centro de la Bahía de Palma. La brisa no superó en ningún tramo los diez nudos de intensidad.
La falta de viento no restó emoción a la regata en la categoría Época, donde se citan las embarcaciones botadas antes de 1950. Sonata (1937), de Jordi Cabau, y FJord III (1947), de W. Scott Perry, llegaron a la última jornada empatados a tres puntos, tras haber protagonizado un bonito duelo en las dos primeras mangas. La victoria final fue para el Fjord III, que hoy cruzó la línea de llegada en segunda posición, por detrás del Meerblick (1917), y consiguió una exigua renta de once segundos sobre el Sonata. Pocas veces una regata de barcos antiguos se decide por tan estrecho margen. Completó el podio el Argyll (1948), del conocido presentador y actor británico Griff Rhys Jones.
El FJord III, que compite bajo grímpola del Yacht Club Uruguayo, fue diseñado y construido por German Frers para la primera regata Buenos Aires-Rio de Janeiro. La impresión que causó entonces en el mundo del yachting fue tal que el arquitecto naval argentino recibió el encargo de fabricar varias 'copias' más. Así nacieron el Cippino y el Joanne, habituales también en el circuito de vela vintage del Mediterráneo.
No hubo sorpresas entre los Clásicos (barcos botados entre 1950 y 1976), donde el dominio del Argos (1964) fue, una vez más, inapelable: tres regatas, tres victorias, tres puntos y cuarta victoria consecutiva en la Illes Balears Clàssics del Club de Mar. El Holmann & Pie de la armadora neoyorquina Bárbara Trilling, construido en los astilleros Carabela, se ha convertido los últimos años en la embarcación a batir. Y no parece que sus rivales hayan descubierto la fórmula para conseguir desbancarla. Ricardo Rubio, copatrón del Giraldilla (1963) junto a María Torcida, daba ayer por bueno el segundo puesto en la general, al considerar al Argos «inalcanzable». El objetivo se cumplió hoy, dado que el Sparkman & Stephens, armado por la Fundación Vela Clásica de España, que fuera propiedad de don Juan de Borbón (abuelo del Rey Felipe VI), consiguió colgarse la plata, por delante del Stella Polare (1965), el diseño de Olin Stephens tripulado por jóvenes cadetes de la Marina Militar Italiana bajo el mando del capitán Samuele Mondino.
En la categoría RI Clàsicos, con sólo tres participantes, Gabriel Catalá, patrón y armador del January Sails (1973), hizo valer su conocimiento del campo de regatas de la Bahía de Palma para adjudicarse la última manga y superar en un punto al Salina Tres, de M. Pérez. January Sails es un habitual en las regatas locales de ORC, donde siempre navega en la vanguardia de la flota.
La Regata Illes Balears Clàssics se ha celebrado este año en una sede provisional situada en el muelle exterior del Club de Mar Mallorca, debido a las obras de remodelación integral en las que se encuentran inmersas las instalaciones. Ello ha propiciado que la flota de clásicos haya compartido espacio con los grandes yates que recalan habitualmente en este puerto, entre ellos el imponente Venus, de 90 metros de eslora.
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