Una espesura ofensiva que no impidió a los de Jordi Ribera soñar con poder con forzar la "prórroga" tras disponer a menos de un minuto para la conclusión de un lanzamiento de penalti para reducir a tan sólo un tanto su desventaja en el marcador.
Pero entonces, como casi todo el encuentro, surgió la figura del portero danés Niklas Landin, que detuvo el lanzamiento de penalti de Ferrán Sole, apartado a España de la gran final, tal y como ya ocurrió ante este mismo rival en la semifinales del Mundial de Egipto 2021 y los Juegos Olímpicos de Tokio.
Pese a insistir una y otra vez en la jornada previa en la necesidad de defender como nunca para impedir que Dinamarca pudiera manejar el ritmo de juego, al conjunto español le costó horrores ajustar su entramado defensivo. Especialmente a la hora de controlar al pivote Magnus Saugstrup, que monopolizó en los minutos iniciales el ataque danés, tras anotar dos tantos y forzar un lanzamiento de penalti.
Una circunstancia que exigió a los de Jordi Ribera a tener que marcar en cada uno de sus ataques si no querían ver escaparse en el marcador a un conjunto nórdico, que se maneja como pocos cuando los partidos se convierten en un intercambio de goles. Todo lo contrario que España que brilla más cuando los encuentros se dirimen por marcadores bajos y en los que las defensas se imponen con claridad a los ataques.
Una responsabilidad anotadora que no tardó en pesar al conjunto español, que incapaz de dar vuelo a su ofensiva haciendo llegar el balón con fluidez a los extremos y pivotes, se vio abocado a concluir cada uno de sus ataque con precipitados lanzamientos lejanos.
Todo un regalo para el portero danés Niklas Landin que no desaprovechó los desacertados disparos del equipo español para engordar una estadística, que a los veinte minutos de juego ya contabilizaba ocho intervenciones para el guardameta nórdico.
Paradas y más paradas, unas meritorias y las que más bastante sencillas, que permitieron a Dinamarca situarse a los quince minutos de juego con una ventaja de cuatro tantos (5-9) que obligó a pedir con urgencia un tiempo muerto al preparador español.
Un parón que no pudo ser más beneficioso para los "Hispanos" que con el paso a una defensa 5-1 y la presencia dos pivotes en ataque pareció reengancharse al encuentro, tras situarse a tan sólo un tanto (10-11) del conjunto nórdico a poco más de cinco minutos para llegar al descanso.
Tiempo en el que el conjunto español volvió a incurrir en los mismos problemas ofensivos, lo que no desaprovechó Dinamarca, que no pareció necesitar la mejor versión de sus jóvenes estrellas Mathias Gidsel y Simon Pytlick, para cerrar la primer mitad con su máxima ventaja (10-15).
Una desventaja que el conjunto español no logró reducir (15-20) en el arranque de la segunda mitad, pese al empeño de Alex Dujshebaev, que pareció convertir cada ataque de los "Hispanos" en una cuestión personal.
Pero ni así se rindió la selección española, que buscaba aferrarse al más mínimo detalle, ya fuera una parada de Gonzalo Pérez de Vargas o un gol del pivote abel Serdio, para creer en la posibilidad de la remontada.
De hecho, España pareció en disposición de poder cuestionar la victoria danesa tras situarse a tan sólo dos goles (18-20) apenas superado el ecuador de la segundos, tras dos buenas defensas.
Una pequeña remontada que llevó al preparador danés Nikolaj Jacobsen a apostar por un ataque con siete jugadores de campo, que sólo sirvió para que los de Jordi Ribera ajustasen todavía más el marcador (20-21) a falta de menos de diez minutos para la conclusión.
Pero una inoportuna exclusión de Kauldi Odriozola impidió a los "Hispanos" culminar su reacción viéndose obligados a intentar un imposible, tras entrar en los últimos siete minutos de juego con una desventaja de tres goles (20-23).
Un guión contra el que se rebeló el conjunto español, que con todo perdido, logró llevar al límite a conjunto danés tras disponer de un lanzamiento de penalti a menos de un minuto para reducir su desventaja a tan sólo un gol.
Posibilidad que se encargó de romper Niklas Landin, que cerró el choque con un 45 por ciento de paradas, al detener el lanzamiento de Ferrán Sole, condenando definitivamente al conjunto español a la lucha por la medalla de bronce.
Ficha técnica:
23 - España: Pérez de Vargas (1); Solé (4, 3p), Maqueda (-), Gedeón Guardiola (-), Peciña (-), Cañellas (2) y Ángel Fernández (3) -equipo inicial- Corrales (ps), Alex Dujshebaev (5), Figueras (1), Serdio (3), Casado (-), Valera (1), Sánchez-Migallón (1), Dani Dujshebaev (1) y Odriozola (1)
26 - Dinamarca: Niklas Landin; Kirkelokke (1), Gidsel (3), Mikkel Hansen (4, 2p), Pytlick (6), Magnus Landin (2) y Saugstrup (5) -equipo inicial- Moller (ps), Jakobsen (3), Lauge (-), Mollgaard (-), Mensah (-), Jorgensen (1), Johan Hansen (-), Holm (-) y Hald (1)
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 4-7, 5-9, 7-10, 10-12 y 10-15 (Descanso) 13-17, 15-20, 17-20, 20-21, 20-23 y 23-26 (Final)
Árbitros: Schulze y Tonnies (GER). Excluyeron por dos minutos a Maqueda (2) y Odriozola por España; y a Saugstrup, Magnus Landin y Kirkelokke por Dinamarca.
Incidencias: Encuentro de semifinales del Mundial de Polonia y Suecia disputado en el ERGO Arena de Gdansk (Polonia) ante unos 6.500 espectadores.
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