Enric Mas, durante la etapa con final en el Tourmalet. | SportCycling

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Relajado en el último día de descanso de La Vuelta, Enric Mas no renuncia a nada a la caza de la general, o como mínimo de un podio del que le separa poco más de un minuto y el muro que elevan los tres líderes del Jumbo Visma. El ciclista de Artà, quinto a 3:06 del maillot rojo, el estadounidense Sepp Kuss, tiene claro que en las jornadas que restan antes de llegar a Madrid el dominfo habŕá que pasar a la acción. «Estar en el podio es el objetivo, mío y del equipo», recuerda desde su hotel de concentración en Santander, no desvelando si su ataque «será largo y desde lejos o no».

Y marca en rojo jornadas como la del miércoles, con final en el legendario Angliru. «Me gustaría ganar allí y acabar en el podio, claro está. Pero creo que es más valioso estar al final en el podio que ganar una etapa en el Angliru, para devolver la confianza del equipo, aunque sería bonito vencer allí arriba para todos», admite el líder del Movistar Team.

Cuestionado por la solidez del Jumbo Visma, Enric Mas tiene claro que «son un equipo en el que cada uno aporta su individualidad, es una piña», advirtiendo que no contempla ofensivas internas «porque el que tiene 1:20 sobre el segundo es Kuss y no creo que hagan la bestialidad de atacarse... aunque si un día uno flojea, otro podría ponerse delante o irnos uno de nosotros con él», añade.

El balear, de 28 años y tres veces segundo en La Vuelta (2018, 2021 y 2022) no cree que aparezcan fisuras internas en el gran rival, «pues viniendo de ganar Giro y Tour, no tienen la necesidad de crear mal rollo de cara al futuro. Yo estaría más feliz ganando Giro y Tour y viendo cómo mi último hombre puede ganar La Vuelta, pero pueden pasar muchas cosas todavía», aseguraba Mas.

Sobre el hundimiento de Remco Evenepoel y su reaparición, aunque muy lejos de revalidar la victoria en la general, Enric reconoce que lo del Tourmalet «fue un palo grande para un ciclista como él, pero supo darle la vuelta porque es un crack... Y la guerra que va a dar de aquí al final», comentaba el mallorquín del Movistar Team.

Señala como claves Enric Mas la dos etapas de Asturias, además de la batalla de la Sierra de Madrid, aunque dejó patentes buena parte de sus intenciones. «No voy a atacar a la desesperada. Si lo hago es porque lo habremos analizado bien y desde el coche se ve así», afirmaba, a la misma vez que a la hora de valorar quién de los tres corredores del Jumbo Visma que copan el podio provisional (Kuss, Roglic y Vingegaard) llegaría peor fue cauto, pero claro: «hay dos que llevan dos grandes vueltas y otro que lleva tres», dijo. Y respecto a un posible fallo de dos de ellos, bromeó: «¿dónde hay que firmar?». Y añadió: «Ojalá pase esto, pero también puede que no pase nada».

Repasando la segunda semana, reconoce Enric Mas que «en el Tourmalet podíamos haber jugado con más agresividad, pero con tres 'amariillos' (en referencia al Jumbo), era difícil», afrontando el tramo final con energía positiva. «Veremos si se da la oportunidad, me veo bien, con buenas piernas». Igualmente, no contempla un marcaje por parte del Jumbo Visma a sus rivales por el podio y la general, con él y Juan Ayuso (UAE) como principales objetivos. «Si se hacen, no sirve de nada», dijo el balear, que cuestionado sobre, en caso de victoria de etapa, si iba a dedicársela a Guillem Timoner -recientemente fallecido-, ensalzó la figura del seis veces campeón del mundo «por ser una figura muy importante dentro del mundo del ciclismo, pero para mí hay personas más importantes a las que les dedicaría antes la victoria, de las que me rodean y que hemos perdido».

Como cierre, valorando su progresión desde su llegada al Movistar en 2020, Enric Mas recordó que «he hecho dos podios en La Vuelta, me he tenido que retirar de dos Tours y hice dos quintos puestos en Tour y Vuelta... Siempre te gusta ganar, y aunque no hemos hecho malas temporadas, se pueden mejorar siempre», concluyó.