El estadounidense miembro del equipo Team Jumbo-Visma Sepp Kuss mantiene el liderato en la clasificación general tras quedar en el puesto 19 de la 15ª etapa de La Vuelta que transcurre entre Pamplona y Lekunberri. | Manuel Bruque

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Si al ciclismo español le dicen al inicio de La Vuelta 2023 que la tercera semana iba a arrancar con cuatro de sus corredores entre las posiciones cuarta y séptima, seguro que muchos pensarían que al menos algunos de ellos mantendrían opciones de victoria y, por supuesto, que el podio casi sería más una probabilidad que una posibilidad.

Nada más lejos de como se ven las cosas ahora. Porque son pocos lo que confían en que haya alguien capaz de poner en dificultades al Jumbo-Visma, que está dominando la carrera con mano de hierro y casi a su antojo.

Hasta el punto de que tienen a un gregario de líder, el estadounidense Sepp Kuss, y escoltándole en el podio a dos de los mejores corredores de la actualidad, el esloveno Primoz Roglic, ganador de tres Vueltas y un Giro, y el danés Jonas Vingegaard, vencedor en los dos últimos Tours.

De hecho, lo que más buscan y en lo que más confían Juan Ayuso (UAE), Enric Mas (Movistar), Marc Soler (UAE) y Mikel Landa (Barhein), cuarto, quinto, sexto y séptimo en la general, es en una crisis de Kuss, que este año está corriendo todas las grandes por etapas y en el Giro y Tour fue clave para los triunfos de Roglic y Vingegaard.

Pero no confían mucho porque ya vieron como se las gastó Kuss en el Tourmalet, con un demarraje brutal que no pudo frenar ni un espectador que se puso por medio.

Basta unas palabras de Ayuso el domingo en Lekunberri tras el final de etapa para ver el ánimo de los aspirantes a podio: «Más que creer, espero que Kuss pague los esfuerzos que lleva, pero ahora al que veo más fuerte y más sólido es a Kuss». Claro y contundente el de Jávea.

Y ya pensar en desbancar a Roglic y Vingegaard, siendo quienes son, lo ven más complicado aún. Además, ya sin Remco Evenepoel, el ganador en 2022, fuera de la ecuación, más difícil aún.

Aunque el fenómeno belga se ha rehecho tras su hundimiento en el Aubisque y desde entonces no para de dar leña y seguir su rueda puede ser sinónimo de gloria.

Ahí, en lo táctico, puede estar la clave, como también entiende Ayuso, quien junto a Soler y el resto del UAE buscan «una situación en la que el Jumbo tenga que sacrificar a alguno» de sus tres líder. «A veces pasa, como vimos en Larrau, que estaban los tres solos», recordó, animándose para lo que viene.

Menos capacidad de maniobra tienen Mas y Landa, ambos casi «aburridos» ya con el bloqueo del conjunto neerlandés, aunque expectantes de lo que puedan dar de si citas como la del legendario Angliru o las dos subidas al inédito Cruz de Linares.

Pero eso será el miércoles y el jueves. Mientras, la realidad del cuarteto español es que está a, respectivamente, 2,37, 3.03, 3.10 y 4.12 de Kuss. Y que en medio se encuentran Roglic y Vingegaard -a 1.37 y 1.44-, dos muros. Cerca del podio por las posiciones que ocupan, pero aún muy lejos por las posibilidades que les conceden ante tamaños rivales.

El ciclismo español no gana una Vuelta desde que lo hiciese Alberto Contador en 2014, con Alejandro Valverde tercero. Y desde entonces ha sumado seis puestos de podio más. El segundo puesto de Joaquim Rodríguez en 2015, los tres segundos de Mas en 2018, 2021 y 2022, el también segundo de Valverde en 2019, y el tercero de Ayuso en 2022.