Rufino Fuentes. | R.D.

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Dicharachero, bromista, amigo de sus amigos. Un apasionado del deporte. Y, sobre todo, buena gente. El corazón de Rufino Fuentes Sierra, nacido en Bienvenida (Badajoz) el 22 de agosto de 1945, criado en Sevilla y mallorquín de adopción, dejó de latir en la madrugada del pasado lunes a los 78 años de edad. Llevaba unas semanas ingresado por un infarto que le había dejado postrado en la cama de un hospital.

A Rufino Fuentes siempre le gustó el mundo del deporte. Era un apasionado del fútbol y del boxeo. Estuvo durante 35 años encima del ring como árbitro nacional y fue testigo directo de los mejores combates. Dirigió peleas de Alfredo Evangelista, el mítico boxeador uruguayo que perdió a los puntos el mundial de los pesos pesados contra Muhammad Alí en 1977, y del gran Dum Dum Pacheco.

No cambió de profesión, pero sí de deporte. Se pasó al fútbol para impartir justicia sobre un terreno de juego. Fue a finales de los 70 y de los 80 cuando dirigió partidos de categoría profesional y de la Copa del Rey.

El árbitro de boxeo Manuel Oliver Palomo, uno de los jueces más reconocidos a nivel internacional, elogiaba la figura del que ha sido su amigo durante medio siglo de vida. «Siempre me decía que éramos hermanos, siempre. Cada día nos veíamos para tomar una copa de vino, comer juntos y viajar muchas veces, donde compartíamos recuerdos y anécdotas. Deja un gran vacío», recordaba Manuel Oliver sobre la figura de Rufino Fuentes, el hombre que dejó su legado en el ring y en el césped. Sus dos grandes pasiones. El velatorio se celebrará mañana jueves de 17:00 a 20:00 en el cementerio de Palma.