Sete Benavides se retira: adiós a una leyenda del piragüismo español

Este martes, Sete ofrecerá una rueda de prensa en su club, al que dio la segunda medalla olímpica de su historia -tras el oro del regatista Pepote Ballester en Atlanta 96-, siendo el exponente de un grupo que ha situado a Kiko Martín y el Náutico del Port de Pollença en vanguardia de la canoa española, pasando el testigo a jóvenes valores como Toni Segura, María dels Àngels o Joan Toni Moreno, este último campeón europeo y mundial e inmerso en la pelea por representar a España en C2 500 metros en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Una decena de medallas en Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo y de Europa, además de Juegos Europeos o Copas del Mundo, junto a una interminable lista de preseas en Campeonatos de España, forman la hoja de servicios que quien pasará a la historia como el primer medallista olímpico del piragüismo balear, tras conseguir por reasignación el bronce en C1 200 metros en Londres 2012, después del positivo por dopaje del lituano Jevgenij Shuklin y merced a su cuarta plaza inicial en la pista de Eton Dorney. Sete repitió presencia olímpica en Río 2016, siendo cuarto y diploma olímpico en la misma distancia, en la que ostenta el registro de ser el primer recordman olímpico.

A ese bronce olímpico que le fue entrenado nueve años después se suman cuatro medallas -todas de bronce- en los Campeonatos del Mundo de 2011 (Szeged), 2013 (Duisburgo), 2014 (Moscú, también por reasignación por el positivo de Shuklin) y en 2019 (Szeged). Las tres primeras fueron en C1 200 metros y la última, junto a Toni Segura en C2 500 metros.

En los Campeonatos de Europa, Benavides obtuvo cuatro medallas de plata (2011, 2012, 2014 y 2022) en C1 200 y C2 200, además de un bronce en 2015 en la misma prueba, de la que ha sido referente nacional durante casi una década. A ellas se suma el bronce en los Juegos Europeos de Minsk 2019, también sobre los doscientos metros individuales.

La eliminación del C1 200 como distancia olímpica ya complicó su presencia en los Juegos de Tokio, probando fortuna en las embarcaciones dobles de C2 200 y C2 500 metros en el último tramo de su carrera profesional, que reorientará hacia su vertiente como técnico. Premiado por la RFEP, el COE y el Govern o el Ajuntament de Pollença en diferentes ocasiones, el carisma de Sete Benavides le ha hecho ganarse el cariño y el reconocimiento de la sociedad mallorquina, siendo junto a Marcus Cooper Walz y Joan Toni Moreno el exponente de un piragüismo que ha bañado en oro al deporte isleño a lo largo de los últimos años.