Lorenzo Sastre, ante la nave que es sede y pista del Son Cladera TTC-Mallorca. | ALEX SEPULVEDA

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La aventura del Son Cladera TTC arrancó hace casi dos décadas, allá por 2005. «Empezamos tres amigos con una mesa y ahora mira, vamos a jugar en Europa», asegura emocionado Lorenzo Sastre, fundador, presidente, técnico «y todo lo que haga falta» en la entidad palmesana, que vivirá en unos días un momento histórico, convirtiéndose junto al Palma Futsal en el único club mallorquín que disputará esta temporada una competición continental -en voleibolo lo hará el Ciutadella- y el primero en la Isla que logrará ese hito para el tenis de mesa femenino.

«Empezamos en el colegio Miquel Porcel, aquí en Son Cladera. Era eso, una mesa y un grupo de amigos. Y ahora tenemos diez mesas, un local propio -en pleno polígono de Son Castelló- y jugamos en la Superdivisión Femenina», además de reunir a cerca de medio centenar de jugadores y jugadoras de entre 7 y 67 años, asegura orgulloso del camino recorrido Sastre. «Para el club esto lo es todo, es un sueño hecho realidad», añade el dirigente y preparador, el 'hombre orquesta' del Son Cladera TTC Mallorca. «El año pasado, pensábamos mantenernos, pero cuando vimos la opción de meternos en Europa, y cuando en Linares ganamos cuando apenas necesitábamos un punto, fue algo alucinante, increíble», recuerda.

La ilusión del equipo es «pasar ronda», superando la fase inicial de la ETTU Cup -Europe Cup Women-, que se disputará del 15 al 17 de noviembre en Burgos. «Nos hacía ilusión viajar a otro país», confiesa, dada la experiencia de enfrentarse a conjuntos como los que les han tocado en suerte: el Bodensdorf austríaco, el Bebetto AZS polaco y el Drumchapel Glasgow escocés.

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Jinnipa Sawettabut, Tetiana Bilenko, Eugenia Sastre y Lorenzo Sastre. Foto: Alejandro Sepúlveda
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Para costearse la temporada y el viaje, además de organizarlo, «nos hemos buscado la vida. Yo ya he pagado los billetes, el hotel...», a la espera de la entrada de dos patrocinadores que les ayuden a hacer más ágil el esfuerzo de jugar en la máxima categoría del tenis de mesa español, en la que ocupan actualmente la tercera posición. «Es complicado encontrar esponsorizaciones, pero lo peleamos», a la vez que lamenta la «falta de apoyos institucionales, hay cero ayudas. Es triste que no estén o no lleguen», siendo un hándicap para ellos que su retorno mediático «no es el de otros deportes como el fútbol, por ejemplo».

De cara a este primer salto europeo, recuerda que únicamente tendrá la cobertura del Govern, «pero me dicen que sólo fuera de España, y aquí se da la circunstancia de que jugamos en Burgos y no nos dan ayudas me dicen...», explica Lorenzo Sastre, quien pese a ello ha podido costear el desplazamiento a la ciudad castellana, donde esperan «poner a Mallorca en el mapa de tenis de mesa europeo», con la meta de estar entre las dos mejores del grupo y avanzar a la siguiente fase de la ETTU Cup.

Soñar es gratis, y el Son Cladera TTC Mallorca se ha ganado el derecho a hacerlo durante un fin de semana, codeándose con algunos de los mejores equipos del continente tras haberse ganado en la pista el derecho a pasear el nombre del barrio donde todo empezó y de la Isla por la segunda competición europea de clubes del tenis de mesa.