Los hombres de Antonio Vadillo han cumplido con nota en sus duelos con aspirantes a la zona noble como el Cartagena o el Barcelona, pero lo han hecho al calor de Son Moix. Ahora toca dar continuidad a la gran puesta en escena exhibida en Anaitasuna y reponerse del tropiezo sufrido en casa ante el Industrias Santa Coloma ante un Levante que llega al partido tras enlazar dos partidos sin ganar después de enlazar seis triunfos en el arranque del curso.
La recuperación de Vilela y el regreso a la convocatoria de Raúl Campos dan forma a las buenas noticias del Palma Futsal, que volverá a disponer de sus dos máximos goleadores, aunque uno de los principales desafíos de los isleños será contener el caudal ofensivo de los valencianos, que tienen en Cejudo a su principal artillero.
El Levante acumula varias temporadas codeándose con los mejores tras ir consolidándose en la máxima categoría del fútbol sala nacional, pero este curso ha revolucionado su plantilla y ha dado un salto de calidad con fichajes importantes. Las llegadas entre otros de Rivillos o Roger procedentes del Barça o las incorporaciones de Rafa Usín y Araça llegados de Osasuna Magna han disparado el potencial granota.
No tiene nada que envidiarle el Palma Futsal, que ha visto como la rápida adaptación de Marlon y Fabio o el paso adelante de Allan, Raúl Campos o Vilela en su segunda temporada en el club le están sacando a relucir un colmillo afilado a la hora de competir. El de este domingo es uno de esos partidos para demostrar galones ante uno de los rivales con los que bien podrían cruzarse los de Vadillo en algunas de las grandes citas que están marcadas en rojo.
El dominio de los diferentes minipartidos que se producen dentro de un mismo encuentro será determinante para salir airoso de un duelo al que ambos conjuntos llegan con unos grandes registros y liberados de la presión que supondría no poder permitirse un tropiezo. Con la clasificación para la Copa de España encarrilada, la gran atracción del encuentro entre primer y segundo clasificado reside en la ilusión de instalarse en el ático de la tabla.
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