Un partido para la historia

Con la maquinaria bien engrasada tras la vorágine de partidos de los últimos días, el conjunto mallorquín, además de gestionar la presión y los nervios del estreno, encara el reto de adaptarse cuanto antes al escenario de la competición, el Belleheide Sport Center, en la localidad belga de Roosdaal, a una hora de Bruselas. El recinto, con capacidad para 1100 espectadores, estrena parquet para la ocasión y los de Vadillo tienen que asimilar las condiciones de la sede y el estreno de un balón diferente. Pero hablar del escenario también implica lidiar con las connotaciones de adentrarse en un terreno tan prestigioso como desconocido como es la Champions.

El Mallorca Palma Futsal se ha curtido en fases finales a los largo de los últimos años y cuenta en su plantilla con muchos internacionales y jugadores como Rivillos, Tayebi, Marlon o Saldise con horas de vuelo entre las estrellas del viejo continente, por lo que difícilmente se dejará impresionar en su bautismo europeo. Su oficio y jerarquía en el panorama nacional minimizan el impacto de asomarse a una gran competición.

Encuadrado en el 'grupo de la muerte' con dos equipos diseñados para pujar por el título como el bicampeón Kairat Almaty o el anfitrión Anderlecht, el duelo inaugural ante el Sporting París se presenta sobre el papel como el más propicio. Arrancar con buen pie es capital para dar un golpe en la mesa, tener margen de error en los próximos duelos de mañana y el sábado y allanar el camino hacia la siguiente fase, donde estarán los tres primeros. Un triunfo puede valer el pase y qué mejor que meterlo en el bolsillo cuanto antes.

Gigantes

Tener enfrente a gigantes europeos tampoco debería impresionar a los isleños teniendo en cuenta que en el torneo doméstico son capaces de tutear a otros trasatlánticos como el Barcelona o el Movistar Inter. Codearse con los mejores ha alimentado el ADN competitivo del Mallorca Palma Futsal, que hace tiempo que le sostiene la mirada a cualquiera y no se conforma con disfrutar de nuevas experiencias en su progresión. Precisamente estar habituado a la exigencia de la mejor liga del mundo cada fin de semana es una de las ventajas de la escuadra de Ciutat ante equipos muy potentes que no encuentran tanta oposición en sus respectivos campeonatos.

Intangibles al margen, el equipo de Vadillo se exige sacar a relucir su personalidad. Desde la fortaleza defensiva, la intensidad y la concentración para cuidar los pequeños detalles, los mallorquines quieren sacar a relucir su talento y repertorio. Jesús Gordillo es la única baja del equipo una vez que Carlos Barrón recibió el alta médica y los tocados Tomaz, Chaguinha y Rivillos están a punto tras descansar ante el Levante.

Enfrente estará un Sporting París con una idea bien definida y que propone partidos de ida y vuelta. El campeón galo realiza una clara apuesta táctica por el 3-1 con mucho juego de ataque sobre el pívot, una demarcación para la que ha fichado para la ocasión a Thiago Bolinha y en la que cuenta con otro brasileño de nivel como Fineo de Souza. El exjugador del Palma Futsal Éder es uno de sus jugadores más desequilibrantes junto a la estrella de la selección francesa Ngala.

Para muchos es su primera vez, pero la plantilla del Mallorca Palma Futsal cuenta con cuatro jugadores que conocen muy bien la Champions. Marlon, Dani Saldise, Tayebi y Rivillos ya saben lo que es disputar la competición continental y su oficio le será a útil a los de Vadillo tanto dentro como fuera de lo que suceda en el 40x20. Tres de ellos se enrolaron en la disciplina isleña este verano atraídos por el proyecto y dispuestos a sumar su experiencia a un bloque en el que han ido ganando peso.