Los mallorquines viajaron a Barcelona con ganas de revancha y reivindicarse tras no ofrecer su mejor versión en la Copa del Rey y sin margen para alargar el duelo. Si algo se han ganado a pulso este curso es que cada partido de los que quedan se juegan escribir una nueva página para la historia, ya sea en la Liga o en la UEFA Futsal Champions League. Ser primero de la fase regular o ganar la Champions son dos retos que parecían imposibles para los isleños y que ahora son opciones reales aunque los rivales a los que se enfrentará son los más difíciles en ambas competiciones.
Después del fin de semana de la Final Four de Copa del Rey, el Mallorca Palma Futsal se reencuentra con la competición regular en uno de los escenarios más complicados de la categoría, el Palau Blaugrana, pero con un gran premio si derrotar a su rival: auparse a lo más alto de la clasificación, aunque de forma virtual ya que el conjunto balear cuenta con un partido más.
La derrota en la semifinal de la Copa del Rey ante el Barça hace que los palmesanos lleguen al encuentro con ganas de reivindicarse y demostrar que un mal día lo puede tener cualquiera. Ahora lo importante es aprender de estos partidos para lo que se avecina en el futuro, que no es poco. Enfrente estará el Barça, campeón de la Copa del Rey. El gran favorito a todos los títulos y que ha vuelto a dejar claro que cuando hay títulos de por medio, no perdona. En caso de triunfo o empate, el Palma Futsal se hará con el gol average, un punto a tener en cuenta dada la igualdad en la competición.
Para el duelo ante el Barça, Vadillo, que regresará al banquillo tras cumplir sus cuatro partidos de sanción, no contará con Moslem, que sigue tocado de la lesión que sufrió jugando con Irán, ni con Gordillo, que se lesionó el pasado mes de octubre y que ya comienza a participar en los entrenamientos con el resto del grupo.
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