Albert OrfilaPalma28/01/10 0:00
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José Miguel García no se quedará de brazos cruzados en la próxima reunión del consejo de administración del Real Mallorca. El segundo máximo accionista de la SAD balear, que tal y como publicó ayer Ultima Hora se muestra reticente a aprobar las cuentas de la temporada 2008-09, una exigencia imprescindible para cualquier sociedad anónima deportiva, solicitará documentación sobre las últimas operaciones de la 'era Grande' y también reclamará información acerca de la ampliación de contrato de Nando Pons, que fue renovado como director deportivo de la entidad por el anterior propietario hasta el año 2014 por unos emolumentos extraordinarios.

Si el consejo accede y le muestra la información que reclama, García podría dar su brazo a torcer y aprobar la gestión económica desarrollada por el dueño del Grup Drac. No obstante, el vicepresidente es reticente a dar su visto bueno a las cuentas, una circunstancia que provocaría otro cortocircuito considerable en la planta noble. De hecho, los números del último ejercicio deben ser ratificados durante el transcurso de una Junta General de Accionistas que debía haber sido convocada antes del día 31 de diciembre del año pasado. Sin embargo, este colapso ha provocado que Mateu Alemany no haya fijado todavía ninguna fecha definitiva para su convocatoria. El propietario es consciente de las dificultades que puede encontrar si una porción del accionariado exterioriza sus reticencias a la hora de aprobar las cuentas.

El entorno de Grande cree que José Miguel García actúa de esta forma como respuesta a la demanda presentada en su día (ver apoyo) por el dueño del Grup Drac contra el vicepresidente por una deuda cercana a los 2'5 millones de euros.

En cuanto al contrato del director deportivo, destacar que Vicenç Grande le renovó a comienzos de 2007 hasta el año 2011. Quince meses después, en abril de 2008, el entonces propietario le amplió el contrato durante tres temporadas más, hasta 2014. Y en agosto de ese año, le gratificó con un millón de euros por la venta de Dani Güiza al fútbol turco.