Nando Pons. | Archivo UH

TW
17

Fernando Pons Niza se recrea. No sólo sigue enquistado en su despacho de Son Moix, sino que el director deportivo del Real Mallorca se mofa, y de qué manera, del club y de los administradores concursales que tutelan el concurso de acreedores. Ayer, al abandonar el estadio, al filo de las dos de la tarde, decidió «romper» su silencio y ofrecer dos detalles de su situación profesional en la entidad balear. Pons aseguró no creer que se haya presentado una demanda contra él ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma porque en ese caso «yo debería saberlo y no lo sé oficialmente» y posteriormente desveló uno de los secretos mejor guardados: en qué invierte sus horas de trabajo para una empresa que no cuenta con él: «Ahora estoy entretenido porque veo partidos de fútbol, que es lo que me gusta», soltó el ex jugador del Murense.

En unas declaraciones que fueron recogidas por el programa Juego Limpio de Ultima Hora Punto Radio , el director deportivo -abandonado por todo su equipo de colaboradores- dijo sentirse «sorprendido» por haber leído en la prensa que los administradores concursales han presentado una demanda de reintegración del regalo de un millón de euros que en su día le entregó Vicenç Grande por la venta de Güiza. «No tengo constancia de esta demanda. Lo he leído, pero me sorprendería mucho que los administradores concursales pusieran una demanda anunciándolo primero a los medios antes que al interesado, que soy yo. No me lo puedo creer. Lo normal en unos administradores concursales es que esto no ocurra», comentó.

Por la prensa

Estas manifestaciones no han sentado nada bien en el seno de los tres administradores que tutelan el concurso del Mallorca, ni en la nueva propiedad, y observan estas declaraciones como un nuevo golpe de autoridad de Pons, que sigue en el club pese a sus reiteradas peticiones de llegar a un acuerdo para rescindir el contrato que le une a la entidad hasta ¡2014!. «Ahora no tengo constancia de nada e insisto en el hecho de que los administradores anuncien las demandas por la prensa. No creo que esto pueda ocurrir».

Sobre la falsificación de la firma del anterior gerente del club en el contrato laboral de Francisco Navarrete, persona de máxima confianza de Nando Pons en el Mallorca hasta que formalizó su marcha hace dos semanas, el director deportivo dijo no tener «ni idea de este asunto. Yo no sé nada de este asunto».

Uno de los aspectos que desveló Pons y que hasta la fecha era un misterio era saber qué hacía toda la mañana encerrado en su despacho. Ya se sabe. Ver fútbol. «Ahora me entretengo bastante porque han empezado las Ligas y veo fútbol, que es lo que me gusta», comentó el todavía director deportivo.

Pons, que reiteró que no habla ni con Alemany ni con Serra, apuntó: «Es evidente que no cuentan conmigo, aunque lo sé por mis abogados, ya que nadie ha hablado conmigo».

En el club y en el seno de los administradores concursales estas declaraciones han caído como una nueva muestra de querer exhibir una posición de fuerza por parte de Pons, fuerza que por otra parte apenas tiene. Su posición está limitada al tiempo en que el juez decida su futuro. En este sentido, los consejeros consultados por esta redacción señalaron que «al menos ahora sabemos lo que hace. Nos lo podía haber dicho, comentó.