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García Macua vuelve a plantar al Real Mallorca. El presidente del Athletic de Bilbao no acudió ayer a la cita que él mismo había fijado en el hotel de concentración del equipo en la capital vizcaína, NH Villa de Bilbao, aduciendo «problemas de agenda».
Los representantes del club balear, el vicepresidente Jaume Cladera y el consejero Gabriel Cerdà, estuvieron esperando al máximo mandatario bilbaíno en el hall del hotel a las 18.00, hora fijada para la charla convocada por Macua para «normalizar las relaciones». Sin embargo, después de veinte minutos de espera, el presidente del club rojiblanco telefoneó para excusarse y posponer la cita. «Ya nos veremos en el palco», comentó sin más. Esta no es la primera vez que García Macua deja a los dirigentes isleños con un palmo de narices.

Cabe recordar que el pasado mes de mayo, con motivo de la anterior visita del Mallorca a San Mamés, se celebró el tradicional almuerzo de directivas sin la presencia del máximo responsable del Athletic, que en aquella ocasión se excusó debido a «un bautizo».

Las relaciones entre ambas entidades están deterioradas por el caso Aduriz. Cabe recordar que la SAD balear adquirió al delantero por 6 millones de euros, de los cuales tan solo ha abonado 3'5. El resto de la deuda, alrededor de 2'5 millones de euros, está incluída en el concurso de acreedores. Es decir, el Athletic será tratado como un acreedor más y percibirá su deuda según el acuerdo que se alcance en el convenio de acreedores, por lo que quizás perciba sólo la mitad y a un plazo de 5 años. El futbolista pertenece ahora al Valencia, que desembolsó 4'4 millones de euros para lograr su fichaje.

García Macua está atravesando su peor momento desde que accedió a la presidencia del Athletic. El pasado jueves dimitieron tres miembros más de su junta Directiva, que se suman a las dos que se produjeron en julio. Es decir, Macua encabeza una directiva que se ha quedado con sólo 11 miembros, por lo que se verá obligado a convocar elecciones anticipadas.

Por su parte, la plantilla del Real Mallorca abandonó San Mamés lamentando una derrota que empezó a fraguarse de forma decisiva en el minuto 43 del partido, aunque los bermellones no ocultaron los problemas del equipo para finalizar las jugadas en la parcela de definición.

«La primera parte hemos estado bien hasta el gol, pero con el 1-0 hemos tenido un bajón y también se ha notado físicamente hacia el final, porque el campo estaba muy pesado y ellos han estado más fuertes», analizó Kevin García, que disputó su segundo partido consecutivo con el primer equipo.

En la misma línea se pronunció Nunes, que reconoció que el balón le golpea en la mano aunque apreció que no le pareció penalti. «Con más o menos dificultad anulamos su juego hasta el gol, pero después del descanso ya empezamos cuesta arriba en un campo que no es fácil y después llegó el penalti que ya nos dejó sin opciones. No obstante, creo que el resultado quizás es demasiado», dijo.

Pep Lluís Martí argumentó que «el primer gol es de los que pasa factura y luego un penalti de este calibre no te da opciones para reaccionar». El centrocampista mallorquín no buscó excusas y también analizó que «hasta el área hemos llegado con espacios, pero las decisiones que hemos tomado no han sido las correctas y hemos estado imprecisos en los pases».

La plantilla rojilla se muestra confiada en que el equipo irá a más con el paso de las jornadas y el propio Kevin valoró que «es el principio de temporada, hay mucha gente joven y gente nueva y habrá que ir poco a poco, pero saldrán las cosas y el equipo irá a más».

Tanto el propio lateral como el capitán Nunes señalaron de la importancia del próximo compromiso para hacerse fuertes en el Iberostar Estadio, donde los bermellones ya han marcado en rojo el próximo compromiso ante la Real Sociedad.