José Carlos Nunes, en un gesto desafiante, sostiene un balón durante una sesión de trabajo en las instalacio nes de la ciudad deportiva de Son Bibiloni. | Monserrat

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El último encuentro del año en Son Moix, ante el mejor oponente posible. Eso, al menos, es lo que anuncian los números de una jornada que parece concebida para alzar otra vez el vuelo. Recuperado ya de la indigestión que le provocó su paso por Getafe, el Mallorca le da la bienvenida esta tarde al forastero más débil de toda la Primera División y aunque los baleares tienen facilidad para atascarse ante rivales teóricamente inferiores, en los planes del vestuario no cabe un nuevo fracaso. En cualquier caso, el Racing toma tierra en Son Moix después de una primera parte de curso especialmente sombría lejos de El Sardinero y la carga que empieza a cumularse en su entorno le obliga a llevarse algo en la mochila para huir de la zona roja. La ilusión por volver a acampar sobre el suelo europeo contra la exigencia de salir del fango (Iberostar Estadi, PPV, 17.00 horas).

Viene el Mallorca de recibir uno de esos bofetones cuyas marcas permanecen durante días fijadas al rostro. Su triste desfile del Coliseum no sólo mostró algunas grietas que parecían cubiertas, sino que bajó al equipo del cielo continental y le devolvió a una realidad de la que llevaba mucho tiempo apartado. Demasiado, quizás. Eso desembocó en un sonoro toque de atención por parte de Laudrup, que no quiere que vuelvan a reeditarse determinadas escenas. Aún así, previsiblemente eso no se traducirá en cambios sobre su once, que no distará demasiado del que presentó el pasado domingo en la capital.

Rompecabezas resuelto

El entrenador danés del Mallorca no ha tenido que resolver el habitual rompecabezas de otras jornadas a la hora de redactar la lista de convocados. Básicamente, porque las bajas han reducido a la mínima expresión el margen que tenía hasta ahora para maniobrar. Con Ayoze, Kevin, Tejera y Pina en la enfermería y Rubén sancionado, Laudrup tampoco tenía demasiado donde escoger. De hecho, ha tenido que citar a Tuni para la batalla (es la primera vez que lo hace esta temporada) y recuperar para la causa al central Martí Crespí, ausente en las últimas listas.

Con esos condicionantes, el preparador escandinavo tiene más o menos clara su propuesta de hoy, aunque mantendrá su línea y tampoco podrá repetir alineación. Eso sí, la de hoy será muy similar a la de la última entrega del campeonato y puede que el único cambio que introduzca sea la entrada forzosa de Corrales en el costado izquierdo de la defensa. El sevillano, defenestrado hasta hace sólo unas semanas, va a disponer de su primera oportunidad de inicio para demostrar que merece un asiento en la caseta. Por delante, debería mantenerse el orden establecido y todo apunta a que Laudrup conservará sus cimientos con Webó ejerciendo como faro dentro del área racinguista.

Y es que el Mallorca vuelve a tener la oportunidad de reconciliarse con los buenos resultados. El Racing, que amontona tres derrotas seguidas en Palma, sólo ha atrapado un punto en sus siete desplazamientos y de eso han pasado ya varios meses (23 de septiembre, en el Sánchez Pizjuán). Es, además, el segundo conjunto de la Liga que más goles encaja fuera de su estadio (18) y sólo el Athletic ha recibido uno más. Por lo menos sobre el papel, el terreno vuelve a a ser favorable.