Jonathan De Guzman. | Monserrat

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Michael Laudrup recibe buenas noticias de cara a la final por la salvación del próximo domingo ante el Getafe. El entrenador danés se frota las manos ante la más que probable reaparición de Jonathan De Guzman, la brújula del Mallorca, que se perdió la cita de La Rosaleda. El centrocampista holandés evoluciona favorablemente de sus molestias y su vuelta al once supone una bocanada de aire fresco para un bloque ansioso por amarrar la permanencia lo antes posible.

El papel de De Guzman resulta fundamental para el equipo. De los cuatro partidos que se ha perdido por sanción o lesión, el conjunto isleño cayó derrotado en tres y venció solo uno, frente al Espanyol en Cornellà. Laudrup le considera un hombre fundamental para activar la maquinaria y su posible reaparición se antoja como la mejor noticia de la semana.

También invita al optimismo la evolución de Michael Pereira. El interior francés, que se ha perdido los dos últimos encuentros -uno por sanción y otro por la terrible entrada que sufrió de Martí Crespí- es probable que esté a disposición de Michael Laudrup.

Los últimos tropiezos -un punto de nueve- y la reacción de los equipos situados en el furgón de cola han encendido las luces de la precaución en el seno de un Mallorca que quiere acreditar su presencia la próxima temporada en la máxima categoría el próximo domingo, para evitar sorpresas de última hora.

El grupo balear recibe a un Getafe necesitado de puntos, aunque aliviado tras su triunfo sobre el Sevilla en la última jornada. Al respecto, Víctor Sánchez califica el duelo de Son Moix con una nueva final: «Quedan seis partidos que son seis finales, tenemos que empezar este fin de semana en Mallorca, y si podemos sacar los tres puntos allí seguro que lo vemos todo mejor», destacó.