Michael Laudrup, tomando notas en el entrenamiento de ayer. | Monserrat

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Los problemas del Mallorca crecen a una velocidad de vértigo. Mientras apura las últimas horas de la pretemporada (la huelga de la AFE podría ampliar el plazo destinado a su preparación) el equipo balear se sigue encontrando obstáculos por el camino y además de las preocupaciones diarias, tres grandes temas sobresalen ahora en su abultada carpeta de asuntos pendientes: la grave lesión de José Carlos Nunes, el futuro incierto de Jonathan de Guzman y la infructuosa búsqueda del nueve que supla la marcha de Pierre Webó y ponga fin a las dificultades del grupo bermellon en el área contraria.


Después de un verano relativamente plácido, parece que las malas noticias empiezan a reproducirse en torno a la caseta de Michael Laudrup. Superado el susto del epílogo del curso anterior, el club volvió a los entrenamientos con los deberes muy adelantados y se marchó a Holanda con la plantilla casi perfilada, a falta únicamente de una serie de retoques. Algunos, como la construcción de la nueva defensa, quedaron resueltos sin salir de Oosterbeek con la llegada de José Manuel Chico y otros, como la caza de un segunda punta, se zanjaron del todo la semana pasada gracias al traspaso de Alejandro Alfaro. Entre una cosa y otra, Serra Ferrer resolvió el 'caso Webó' y redactó alguna que otra baja para compensar un plantel que llegaba a las puertas de la Liga con un aspecto de lo más saludable. O eso parecía.


Movimientos


Sin embargo, los problemas fueron ganando volumen en los alrededores del Ciutat de Palma. Sobre todo en torno a Jonathan de Guzman. El Mallorca y el propio futbolista ya habían dejado entrever que habría movimientos, pero el asunto empezó a enturbiarse de verdad coincidiendo con la llegada del Nápoles a la Isla. Al final jugó todo el partido y parecía que la tormenta pasaría, pero el canadiense se destapó el lunes con un mensaje en su perfil de Twitter en el que reconocía que le gustaría jugar en el Villarreal. El club balear se mantiene firme y se niega a negociar con los castellonenses, pero debe aclarar el tema de una forma u otro y estar preparado para todo. En cualquier caso, nunca podrá permitir que se enquiste.


La otra gran zancadilla que ha recibido el conjunto bermellón ha sido fruto del infortunio y de las propias circunstancias del fútbol. En un lance del partido ante el Nápoles, Nunes recibía un golpe en la rodilla y las pruebas a las que le sometían el martes confirmaban que sufra una rotura de menisco y un esguince de ligamento que le mantendrán en el dique seco durante unos dos meses. Laudrup pierde así a uno de sus líderes sobre el terreno de juego y al pilar más destacado de su defensa. Y lo hace justo en plena fase de consolidación.


Mientras tanto, el delantero de referencia que necesita la formación rojilla sigue sin llegar. El Mallorca ya acusó serios problemas en ataque durante la segunda vuelta de la temporada pasada y el número de efectivos en esa posición no ha crecido desde entonces. Ha llegado Tomer Hemed, pero se ha ido Webó y se ha consumido la posibilidad de recurrir a jugadores como Sergi enrich o Trejo, así que urge reforzar esa plaza con algún futbolista de garantías.