Tomás Pina puede seguir dirigiendo al equipo en la zona ancha. | Efe

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El Mallorca afronta esta noche (22:00 horas, Son Moix) un partido para seguir creyendo en el proyecto, para aumentar el crédito y, de paso, para engancharse otra vez a la victoria, un resultado que se le resiste desde el pasado 29 de septiembre cuando, todavía con Laudrup en el banquillo, los baleares superaron a la Real Sociedad por dos goles a uno. Posteriormente han llegado tres empates de forma consecutiva: ante el Osasuna (2-2); contra el Valencia en el debut de Caparrós (1-1) y el pasado domingo en el Calderón frente al Atlético (1-1). Es momento ahora de empezar a sumar de tres en tres otra vez y el Sporting se antoja como un rival propicio para poder hacerlo.

Sin embargo, los de Manolo Preciado han resucitado en la Liga y pese a que siguen anclados en el vagón de cola de la clasificación, la victoria el pasado fin de semana ante el Granada ha devuelto la autoestima al equipo, que siempre suele tener más calidad que la que puede llegar a mostrar en el primer tercio de la Liga. Caparrós lo sabe, el equipo balear también y por eso en el vestuario nadie se fía de un Sporting que viene dispuesto a arañar tres puntos clave en esta Liga donde están sumergidos los equipos de la ‘clase media'.

Bajo de defensas

Tiene problemas el utrerano para confeccionar el once titular, entre otras cosas porque anda bajo de defensas. Ni Zuiverloon, ni Chico, ni Nunes, ni Kevin están a disposición del técnico, que puede alinear una línea de cuatro repleta de malloquines, con Bigas, Ramis, Martí Crespí y Cendrós. Sin embargo, ahí radica una de las incógnitas de la noche porque de los cuatro mencionados anteriormente, Martí Crespí parece no tener la plaza segura y, si uno se ciñe a lo visto el pasado domingo, no es descartable que Joao Victor retrase su posición natural y tome junto a Ramis el eje de la defensa.

Joaquín empieza a saber al milímetro las virtudes y las carencias de su equipo. Más allá de la inexperiencia del grupo, es evidente que falta mejorar el engranaje ofensivo. Defensivamente da la cara, pero a la hora de armar el juego todavía hay mucho por mejorar, al igual que a la hora de manejar la estrategia tanto en ataque como en la retaguardia, sobre todo en el momento de defender un corner. Por este motivo, porque de un saque de esquina cualquiera te puede sorprender, Caparrós exige máximo respeto hacia el rival de esta noche. Será por cierto una fría noche en Son Moix, en lo ambiental y en lo climatológico. No andan buenos tiempos por la grada del campo del Mallorca. Hoy se verá. Dirigirá el partido Del Cerro Grande del comité madrileño.