Utz Claassen gesticula durante una entrevista concedida a este periódico. | Redacción Digital

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Utz Claassen no se detiene. Harto del trato que está recibiendo y cansado de que sus preguntas se queden una y otra vez sin respuesta, el alemán ha decidido dar otro paso al frente y acudió ayer a la última reunión del consejo de administración del Mallorca acompañado de un notario. El empresario germano pretende trasladar al órgano de gobierno del club esa transparencia que viene reclamando y le ha concedido a Serra Ferrer una semana de plazo para aclarar determinadas cuestiones a través de cuatro pasos debidamente formulados. Y si el próximo lunes la situación se mantiene, no descarta acudir a la justicia para obtener las respuestas.

«No voy a comentar nada acerca de la reunión, pero para acabar con estas discusiones lo antes posible he venido con un notario que ha entregado cuatro requerimientos muy adecuados y profesionales», explicaba Claassen a su salida de una reunión que se prolongó durante casi cuatro horas.

Condiciones

La primera de las condiciones exigidas por Claassen es que un notario levante a partir de ahora las actas del consejo de administración, con el objetivo de «evitar malentendidos y asegurar la neutralidad de las actas». El segundo, en cambio, pretende que dentro de ese plazo establecido de siete días se le haga entrega de todos los borradores y las actas de las reuniones del consejo del pasado año. Además, demanda que en ese mismo tiempo se le ofrezca una respuesta a las casi 120 preguntas que ha ido lanzado en sus tres cartas remitidas al consejo, ya que la mayoría de ellas no han sido abordadas.

Por último, Claassen ha pedido que en el orden del día de la próxima reunión de accionistas se incluya el punto del nombramiento de un representante de la Federació de Penyes Mallorquinistes, que saldría elegido a través de un proceso de elección dentro de la junta directiva de la asociación.