Utz Claassen, en una imagen captada accediendo al estadio de Son Moix. | Monserrat

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Utz Claassen explicó ayer que se siente de nuevo «engañado» por el grupo de consejeros de Serra Ferrer y a través de un comunicado de prensa lamentó no tener acceso a la «totalidad de los contratos» que firmaron Cladera y el propio vicepresidente con Esfinge Veinte, que es titular de un 15% de las acciones del club, y apuntó que se reserva el ejercicio de acciones legales por verter sobre él falsas acusaciones de haber incumplido un acuerdo en la compra de las acciones a la familia Nadal, sin antes haberlo comunicado a ningún miembro del consejo.

Por lo tanto, el consejero alemán, expuso su opinión sobre dos temas puntuales a nivel institucional. Claassen declara que al firmar el contrato de sindicación de acciones con Serra Ferrer, Gabriel Cerdà y Miquel Coca el 10 de octubre de 2011, «de nuevo fui mentido y engañado». Claassen insiste en que nunca ha criticado una venta de acciones, sino la falta de información respecto a este movimiento desvelado el pasado martes por este periódico.

Punto conflictivo

En el comunicado que hizo oficial el Mallorca, para aclarar la entrada de Esfinge Veinte en el accionariado, se apuntaba lo siguiente: «Llorenç Serra Ferrer, Utz Claassen, Gabriel Cerdà y Miguel Coca Payeras acordaron y firmaron en octubre de 2010 un acuerdo de sindicación de acciones en el que los cuatro mencionados manifiestan conocer los acuerdos de sindicación con Esfinge veinte SL, tal y como se indica en la cláusula primera». En este punto se expone que «los accionistas manifiestan conocer los acuerdos existentes entre Jaime Cladera Cladera, Lorenzo Serra Ferrer, Wizard Mallorca Group SL y Luz & Sol 2009 SL con la entidad Esfinge veinte». Claassen asegura por su parte que «no me ha dado acceso a la información sobre la totalidad de los contratos que tienen firmados Serra Ferrer y Jaume Cladera con Esfinge Veinte» y añade que «me reservo acciones legales contra cualquier persona que me llama mentiroso o por cualquier otra difamación personal».

El otro foco de polémica radica en la enajenación de acciones. En este punto, el grupo de Serra Ferrer apunta a que Claassen adquirió las acciones de la familia Nadal sin informar al consejo de este movimiento. Serra y Cladera apuntan a que esta operación no solo constituye una presunta estafa, porque Valdivia y Campaner, los abogados que defienden al vicepresidente y al presidente del club, entienden que el alemán se saltó el acuerdo de sindicación demostrando «la mala fe del querellante».

Aclaración

El economista alemán quiso aclarar de una vez por todas este punto explicando que la compra de las acciones a Miquel Àngel Nadal y Rafael Nadal no es una «enajenación o gravamen de acciones». «En consecuencia, el acuerdo suscrito no me impone obligación alguna de remitir información sobre propuestas de venta que yo he recibido de terceros para que yo comprase sus acciones. El acuerdo de sindicación me obligaba a informar y a dar un derecho de adquisición preferencte a los firmantes del sindicato de accionistas, cuando yo pretendiese enajenar acciones o yo recibiese una oferta de compra de mis acciones, no al revés. Por tanto -prosigue Claassen- niego haber incurrido en el incumplimiento contractual al que se refieren». El alemán insiste en que si Serra, Cladera o sus abogados prosiguen virtiendo «falsas acusaciones, adoptaré la medidas legales que procedan, incluyendo la reclamación de indemnizaciones por daños a mi imagen» concluye Utz Claassen.